Los motochorros no cumplen con el aislamiento y salen a robar a toda hora

Los motochorros no dan respiro en la Región y desde que fuera decretada la cuarentena obligatoria parecen haber multiplicado sus ataques. En las últimas semanas se contabilizan varios hechos, algunos de ellos cometidos con extrema violencia, en distintos puntos del casco urbano platense y de la zona norte.

El episodio más salvaje tuvo lugar en El Mondongo, donde balearon a un hombre que entraba a trabajar, aunque también se produjeron atracos en La Cumbre, La Loma, Barrio Norte y la zona que va de parque San Martín (25 y 54) al Castelli (25 y 66).

El más reciente ocurrió el viernes a la tarde en Ringuelet, cuando un joven de 20 años fue sorprendido por dos ladrones en moto. Según le contó a EL DIA Jacqueline (19), la novia del damnificado, “lo agarraron cuando llegaba a mi casa para traerle algunas cosas a mi hija”. La secuencia fue grabada por las cámaras de seguridad de una propiedad cercana al lugar del hecho, situado en 8 entre 509 y 510.

Por lo que pudieron observar en las imágenes los allegados a la víctima (que se llama Lucas), “se ve que primero pasan 509 como buscando y ahí lo ven llegar”, explicaron. En ese momento -eran las 15 horas- “en la calle no había nadie y por eso se animaron” a atacarlo, añadieron.

El chico escuchó el motor del rodado - “una Corven Energy 110 cc”, aseguraron- pero no le prestó demasiada atención. “Pensó que era mi vecino, por eso no se alarmó”, remarcó Jacqueline. Y por eso lo tomaron por sorpresa; cuando se dio cuenta de lo que pasaba ya era tarde: el acompañante lo apuntaba con un cuchillo mientras el conductor esperaba a su compinche para emprender la huida. “¡Dame el celular!”, le exigió su asaltante. Consciente de que tenía todas las de perder, Lucas le entregó el teléfono y los dos delincuentes se marcharon de la escena. “Se fueron para el lado de 510 y 7, después los perdimos de vista”, contó la pareja del joven.

Conforme refirió en diálogo con este diario, los maleantes “tenían pinta de menores y en el barrio nos dijeron que son de El Mercadito”. Un vecino que escuchó la última parte del robo llamó a la Policía y minutos después arribó un patrullero. Lucas fue a hacer la denuncia, pero no esperaba recuperar su herramienta de trabajo. “Es que él trabaja de repartidor en Pedidos Ya, y usaba el celular para recibir los pedidos”, destacó su novia, quien, por otra parte, señaló que se trata de “un barrio muy tranquilo, espero que ahora no se ponga difícil”.

Como se dijo, a mediados de marzo dos motochorros asaltaron una estación de servicio de 146 y 520. Se movilizaban en una Honda Wave roja con la parte delantera rota, y tras sustraer tres mil pesos en efectivo escaparon.

Para esa misma fecha, en 18 entre 41 y 42, cuatro sujetos en dos motos asaltaron a un hombre de 29 años cuando estaba por ingresar a un edificio. Una semana más tarde, un carnicero recibió un disparo en un hecho similar, cuando estaba por entrar al local donde trabaja.