El COVID-19 es un drama, pero en Brasil “cayeron las muertes”
Edición Impresa | 21 de Abril de 2020 | 01:57

Increíblemente, cuando los números del coronavirus van en franco aumento en todas partes del mundo, en Brasil se dio la situación inversa. En pocos minutos, la cantidad de víctimas fatales cayó en 270 casos.
Según indicaron fuentes oficiales de ese país, “hubo un error de tipeo” en la carga de datos de los fallecidos de las últimas 24 horas. En vez de 113, pusieron 383.
En ese contexto, las cifras del fin de semana representan un descenso de aproximadamente 90 muertes en comparación con los días anteriores, 204 y 206 del jueves y viernes, respectivamente. No obstante, esta diferencia suele tener lugar en otros países y se atribuye a a demora en la unificación de reportes.
En cuanto a la cantidad de contagios, las cifras en el país carioca no dejan de ser preocupantes: ya hay más de 40 mil positivos.
Actualmente, 11 estados tienen más de 1.000 casos registrados de la enfermedad: São Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Espírito Santo, Paraná, Santa Catarina, Pernambuco, Ceará, Bahía, Maranhão y Amazonas.
Para esto, Jair Bolsonaro levantó la voz para decir “Soy la Constitución”, cercado por una mayoría de gobernadores, varios jueces y congresistas de su país, que se unieron para repudiar el acto “antidemocrático” que encabezó el domingo ante el Cuartel General del Ejército para pedir la intervención de ambos poderes.
Las tensiones entre Bolsonaro y los líderes de otras fuerzas otrora aliadas no son nuevas, pero la crisis sanitaria desatada por la pandemia de coronavirus las exacerbó hasta el punto de una confrontación institución explícita, que llegó a acercar a este sector con el ex presidente y referente de la izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva.
Brasil ya suma 2.587 muertos y 40.743 casos confirmados de coronavirus, según las cifras anunciadas por el Ministerio de Salud.
Sin embargo, Bolsonaro continúa acusando a sus detractores de sobrestimar la pandemia -a la que llamó “gripecita”- y pide terminar con el aislamiento social y reabrir la economía.
El último episodio de este cada vez más virulento enfrentamiento por la gestión de la pandemia fue el acto que encabezó Bolsonaro frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia para pedir la intervención militar de los dos poderes, el Legislativo y el Judicial.
“Estoy aquí, porque creo en ustedes. Ustedes están aquí porque creen en Brasil”, manifestó el mandatario sobre una camioneta, en un repetitivo discurso en el que volvió a insistir sobre la lucha contra “la vieja política” y en el espíritu “patriótico” de los brasileños.
El simbolismo del acto marcó un nuevo hito en la escalada política y sumó más dirigentes al frente que activamente se opone a la gestión de salud del mandatario.
“Manifestamos nuestro apoyo al presidente del Senado, Davi Alcolumbre, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, frente a las declaraciones del Presidente de la República, que atacan los principios democráticos”, aseguró la “Carta Abierta a la Sociedad brasileña en Defensa de la Democracia”, firmada por 20 de los 27 gobernadores.
“Es lamentable que el presidente de la República apoye un acto antidemocrático que afronta la democracia”, afirmó más tarde, ante la prensa, Joao Doria, gobernador del estado de San Pablo, el más importante del país.
“Repudio también los ataques al Congreso Nacional y al Supremo Tribunal Federal. Brasil precisa vencer la pandemia y debe preservar su democracia”, afirmó Doria, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña.
La Asociación de Jueces Federales de Brasil también advirtió que no tolerará “ningún revés institucional o la violación del orden democrático”.
Incluso, un miembro del Supremo Tribunal Federal (STF), el juez Roberto Barroso se pronunció: “Es atemorizante ver manifestaciones a favor de la vuelta del régimen militar. Las dictaduras vienen con violencia, censura e intolerancia, las personas de bien que aman a Brasil no desean eso”, dijo.
“Pronto se podrían conocer las opiniones del resto de la Corte Suprema”, agregó.
Por su parte, el procurador general de Brasil, Augusto Aras, le pidió al STF analice si el mandatario violó la Ley de Seguridad Nacional al encabezar una manifestación que pedía una intervención militar sobre dos poderes.
“El Estado brasileño admite una única ideología que es la del régimen de la democracia participativa. Cualquier atentado a la democracia afronta a la Constitución y a la Ley de Seguridad Nacional”, aseguró Aras en el escrito enviado a la máxima corte del país.
Desde la Cámara de Diputados, su titular, Rodrigo Maia, también repudió al mandatario.
La unidad de voces, sin embargo, no hizo retroceder a Bolsonaro, quien hoy redobló su ofensiva al identificarse personalmente con la Constitución Nacional.
“La gente normalmente conspira para llegar al poder. Yo ya estoy en el poder. Ya soy presidente de la República. En realidad, soy la Constitución”, aseguró en un breve intercambio con periodistas antes de ingresar al Palacio de Alvorada, la residencia presidencial.
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