Otro aumento del pollo llevó a más de 200 pesos el kilo de pechuga

El costo de la carne aviar está atado al precio del maíz, que subió un 60% en el último año. A pesar de eso, la demanda creció

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Desde que se dispuso el confinamiento obligatorio, aumentó el consumo de la carne aviar y la razón es que resulta más económica que la vacuna y la porcina. Sin embargo, en los últimos días los consumidores sufrieron otro golpe a su economía, ya que se produjo un fuerte aumento en el producto que ronda entre los 20 y 30 pesos por kilo. “El cajón aumentó entre 200 y 300 pesos”, señaló un carnicero de la zona de Tribunales que tuvo que trasladar el porcentaje a ese producto.

Con relación al aumento, se indicó que está vinculado a las variaciones en el precio del maíz, de gran incidencia en los costos de producción. El año pasado estaba $ 5,8 el kg y este año se fue a $9,1 el kg, casi un 60 por ciento más. También se comunicó que por estos días se acordaron paritarias para los trabajadores del sector, otro de los factores que se traslada a los precios.

No obstante, en un contexto en el que los consumidores vieron reducidos sus ingresos, el precio del pollo sigue siendo más conveniente que el de las otras carnes. Como referencia se observó que el kilo está ahora a $130; la pechuga con hueso a $220 y la deshuesada, $280; la pata muslo, $135 y las alitas, $85.

Según se informó desde el sector, en la primera mitad del año se notó la expansión del consumo interno y la perspectiva es que ese ritmo no decaiga e incluso que se refleje en las exportaciones. Argentina consume el 90 por ciento de la carne aviar, el resto habitualmente lo exporta a unos 70 países.

En esa línea, se indicó que la producción de carne aviar presentó una expansión en el acumulado enero-mayo de 2020. Los niveles productivos totalizaron 922 mil toneladas, con un crecimiento del 3,9 por ciento en comparación con las 887 mil toneladas de igual periodo del año anterior.

285 MIL TONELADAS

El consumo de pollo durante los primeros cinco meses de 2020 alcanzó las 825 mil toneladas, un 3,3 por ciento más respecto de las 799 mil toneladas de igual periodo del año 2019.

El aumento del consumo de pollo está directamente relacionado con el deterioro de los ingresos de las familias, algo que ya se observaba enaños anteriores.

“La gente sustituye la carne de vaca por la de pollo, más la gente grande como jubilados de bajos ingresos porque siempre les resulta tierna y gastan menos con mayor rendimiento”, contó un carnicero de San Carlos.

El consumo interno por habitante se ubica en los 44,5 kg per cápita, es 2,1 por ciento superior al mismo período de 2019. Esa cifra se acerca al récord registrado en 2015 cuando el consumo por persona fue de 45,8 kg.

Según información de las cámaras que nuclean a los productores, la evolución del consumo de pollo ha aumentado constantemente desde los años 60. El consumo pasó de 5 kilos por habitante por año en esos días, a 20 kilos en el 2003 y poco más de 40 kilos en el 2019.

Se estima que una de las principales razones fue el aumento de la oferta, producto de las mejoras genéticas y de manejo, calidad y, otra muy importante, fue el precio.

 

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