Las personas de entre 20 y 40 años representan hoy “una amenaza cada vez mayor”
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2020 | 02:02

La epidemia de coronavirus ha entrado en una “nueva fase” en la región Asia-Pacífico, donde las personas de entre 20 y 40 años, a menudo asintomáticas, constituyen el principal grupo de contagio, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS),
“La epidemia está cambiando. Las personas de 20, 30 o 40 años son cada día una amenaza mayor. Muchas no saben que están infectadas; tienen síntomas ligeros o a veces ningún síntoma, y contagian a las personas de edad avanzada o con problemas de salud”, dijo Takeshi Kasai, director de la OMS para la región del Pacífico occidental.
“No estamos viendo únicamente un rebrote, yo veo señales de que hemos entrado en una nueva fase de la pandemia en Asia-Pacífico”, dijo Kasai, quien teme que el fenómeno no tarde en extenderse en forma global.
Por lo pronto, según datos de la Organización Mundial de la Salud, dos tercios de los contagiados durante los últimos días en Japón tienen menos de 40 años, Y lo mismo ocurre con la mitad de los infectados en Filipinas y Australia.
“Hay que redoblar esfuerzos para que el virus no llegue a las poblaciones más vulnerables”, advirtió Kasai.
Países donde la epidemia parecía estar controlada como Nueva Zelanda, Vietnam o Corea del Sur detectaron nuevos focos últimamente, lo que obligó a las autoridades a reimponer restricciones en varias ciudades.
Recurrir a confinamientos localizados, sin consecuencias económicas tan graves para los países, parece estar funcionando en muchos casos y resultaría una herramienta útil a largo plazo, según Kasai.
Sin embargo, “la amenaza perdurará mientras el virus circule y no estemos inmunizados contra él”, advirtió.
LEJOS DE LA INMUNIDAD GRUPAL La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió también que “ante la ausencia de una vacuna” contra el coronavirus “estamos lejos de una inmunidad colectiva”, ya que para que ésta se produzca es necesario que entre el 60 y el 80 por ciento de la población se haya contagiado y aun así se desconoce la duración de esa “protección”.
El director del Departamento de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo estar convencido de que “ante la ausencia de una vacuna, estamos lejos de una inmunidad colectiva” que en el caso del COVID-19 ocurriría cuando gran parte de una comunidad desarrolle una inmunidad frente a la enfermedad, disminuyendo así el riesgo de transmisión.
El especialista precisó que para que una inmunidad colectiva se produzca, “entre el 60% y el 80% de una población tendría que haberse contaminado”, aunque remarcó que no hay respuestas concretas en cuanto al tiempo que permanecen en el sistema los anticuerpos neutralizantes del virus.
“Hay muchas preguntas en el aire, mucho trabajo científico por delante, pero lo que podemos decir es que no estamos cerca del nivel de inmunidad requerido para detener esta enfermedad. Tenemos que centrarnos en lo que podemos hacer para detener el coronavirus y no vivir en la ilusión de que una inmunidad colectiva nos salvará”, sentenció.
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