Menores y delito: la polémica que vuelve a tomar voltaje luego del asalto a Piparo

De atravesar el ventanal de una concesionaria con un auto, a llevarse un BMW de otra. De asaltar a un jubilado en El Mondongo y despojarlo de su Renault Clio, a apuntarle a una mujer, su esposo y su suegro, cuando bajaban fuentes del auto, tras la cena de Año Nuevo. Todo pasó en unos diez días y en las sospechas de algunos investigadores, con los mismos protagonistas. El último capítulo quizás fue el atraco que denunció la diputada Provincial Carolina Piparo, en la madrugada del 1º, punto de partida de una secuencia que terminó con dos jóvenes atropellados en La Loma y el marido de la funcionaria detenido por ese embiste, que habría derivado de una confusión con los ladrones.

Los presuntos autores del atraco a Piparo y sus familiares en 47 entre 15 y 16 están identificados. Dos de los seis señalados en una investigación de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, fueron detenidos, pero en horas terminaron en la calle nuevamente, una vez que la Justicia detectó que se trataba de menores inimputables de delitos.

Entre los investigadores no hay una opinión uniforme acerca de que entre los dos adolescentes de 15 años demorados el fin de semana y otro de 16 que consiguió la eximición de prisión, estén quienes protagonizaron todo aquel raid de fin de año y también fueran llevados a la comisaría en la Nochebuena por intentar robar en otra concesionaria de autos, situada en 31 y 43. Sí están todos de acuerdo en que forman el grupo al que se investiga por esa larga lista de episodios, iniciada con el ataque a las agencias de autos de 7 y 41 (donde un VW Polo atravesó una ventana) y 532 entre 8 y 9 (desapareció un deportivo de alta gama que vale unos 5 millones de pesos).

Ante todo el cuadro de las sospechas y los recurrentes traslados a las comisarías de los chicos arrestados y liberados el fin de semana, el fiscal de menores Juan Benavides (UFI Nº 1) pidió a la jueza de Garantías del Joven María José Lescano que se revea la decisión inicial de mandarlos a la casa esta vez.

Si bien para los menores de 16 años no hay proceso penal posible, Benavides aconsejó una “medida de seguridad”, que llevaría los adolescentes a un instituto. Allí deberían ponerlos bajo tratamiento médico, psicológico y del medio en el que se desarrollan.

Según indicó una fuente de Tribunales, esa herramienta se toma en casos de delitos graves (homicidios, violaciones, entre otros) o en situaciones donde se advierte “peligro para sí o para terceros”. Eso es lo que concluyó Benavides para este caso, según la fuente.

Eso a raíz del ámbito del mundo juvenil y adulto en el que, según se sospecha, se mueven los adolescentes a diario.

Un policía de la zona de Villa Elvira donde reside uno de los menores recordó que uno de los integrantes del grupo fue arrestado en noches consecutivas, tras el intento de escruche a la agencia de autos de 31 y 43 y el asalto al jubilado del Clio en 4 y 67. “Lo llevamos a la casa y el padre refiere hartazgo”, le contó a este diario, en aquella jornada navideña.

Mientras la jueza Lescano analiza el planteo, aparecen voces que analizan el delito en el mundo juvenil.

“el delito juvenil no aumentó”

El defensor adjunto del pueblo de la Provincia, Walter Martello, sostuvo que “el delito juvenil no aumentó” y consideró que llevar a los menores de 16 a un proceso penal “es inconsistente”.

En ese sentido, indicó que el último indicador oficial del Ministerio Público bonaerense, correspondiente al primer trimestre del aislamiento por la pandemia, mostró que el número de investigaciones con jóvenes de 16 y 17 años involucrados, fue un 52,7% menor respecto a igual periodo de 2019.

“La situación se ve con mayor claridad si comparamos lo sucedido durante la última década. En 2009, los procesos iniciados en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil representaban el 4,54% del total de investigaciones abiertas en la Provincia y ese indicador se ubicó en menos de la mitad 2,08% durante el año pasado.