Pedro Aznar: “Lo que vale es el amor que te rodea y el que das”

El artista que en 40 años de recorrido “tocó con todos”, dice que su música “es lo que tengo para dar, y lo ofrezco a manos llenas”

Edición Impresa

Por PEDRO GARAY

pgaray@eldia.com

Como cantó alguna vez León Gieco de uno de los Orozco, Pedro Aznar tocó con todos, desde Charly a Pat Metheny y su pandilla, pero a fuego lento, con esa cadencia suave y ese decir respetuoso que lo caracteriza, se ha convertido en mucho más que un acompañante: la carrera solista de Aznar atraviesa cuatro décadas en las que ha hecho gala no solo de su virtuosismo como instrumentista, sino también de su versatilidad y creatividad, al abordar cualquier estilo con alegría y brío.

Ahora, mientras trabaja en la remasterización del sonido del primer álbum de Serú Girán, editado en 1978, y en un nuevo disco, Aznar llega a La Plata con su último álbum bajo el brazo, “Flor y Raíz”, disco estrenado en pandemia y dedicado enteramente a la canción latinoamericana. Aunque, avisa el dueño de un cancionero imponente, no será “Flor y Raíz” el eje del show que realizará mañana, desde las 21, en el escenario de 10 entre 46 y 47, que visita tradicionalmente. 

“El repertorio del show de La Plata va a ser todo de clásicos, algún tema de ‘Flor y Raíz’, y el adelanto de tres temas nuevos de mi próximo disco. Habiendo prácticamente no tocado presencialmente durante tantos meses, sentí que tenía que volver a los escenarios haciendo música que la gente ansía escuchar y ya conoce, y que a mí me divierte interpretar, también”, comenta Aznar, en diálogo con EL DIA.

- ¿Cómo nació la idea de dedicar un disco a la canción latinoamericana?
- Hacía tiempo que me lo venían pidiendo, y yo mismo tenía muchas ganas de hacerlo. La oportunidad perfecta surgió con el último concierto por streaming que dimos el año pasado. Ahí decidí hacer un repertorio dedicado íntegramente a ese estilo, y hacerlo no sólo con la música de raíz argentina, sino con la de siete países del continente.

- Es un disco grabado en plena pandemia, ¿cómo fue ese proceso?
- Muy espontáneo y muy particular al mismo tiempo. En cuanto a la grabación, tiene un sonido tan detallado y puro como un disco de estudio, porque se grabó en un auditorio que suena como los dioses, la Usina del Arte, con un piano acústico maravilloso. Por otra parte, lo insólito es que nosotros tocamos con la energía de un vivo (porque lo era, y del otro lado había miles de personas viendo) pero al final de las canciones no hay aplausos. Creo que va a quedar como un documento muy contundente de este extraño tiempo que nos tocó vivir…

SHOWS EN VIVO

“Flor y Raíz” no tuvo su tradicional gira, a causa del cierre de los escenarios por la crisis sanitaria, por lo cual su paso por La Plata será una escala más en el tour que pone a Aznar de regreso frente al público.

Un retorno que vive “lleno de emoción”, cuenta, por volver, tras el parate pandémico, a “estar en contacto con el público y que seamos parte de una ceremonia artística y musical: me renueva como músico y potencia, aún más, mis ganas de continuar en este camino elegido ya hace tantos años”.

- ¿Cómo está siendo volver ahora a encontrarse con el público, en vivo?
- ¡Ma-ra-vi-llo-so! La energía y el amor que llega desde la platea se siente físicamente en el pecho. Y mis ganas de tocar son más que evidentes, también.

- Realizaste un par de shows por streaming, de los primeros de hecho. ¿Qué balance hacés de aquella experiencia? Para algunos músicos fue un mal necesario, una forma de seguir laburando a la que no quieren volver más, pero otros lo valoran como un espacio nuevo, a seguir explorando…
- Hice once, en total, sólo en 2020. Los seis primeros fueron totalmente gratuitos, y después empezamos a cobrar una entrada simbólica, para que la gente tomara conciencia de que en Argentina éramos medio millón de personas los afectados por el parate en la industria del espectáculo. A mí el formato me pareció hermoso, y pienso seguir usándolo para eventos especiales. Tiene una intimidad única. 

- ¿Cómo viviste tu pandemia en lo personal? ¿Y qué rol te parece que jugó la música, y el arte, en vos, para poder pasar el momento, teniendo en cuenta que hasta grabaste un disco?
- Lo tomé como un año sabático forzado, y me dediqué a componer (hice cerca de cuarenta canciones en lo que va de la pandemia) y a seguir otros intereses y cultivar otros aspectos. Profundicé mi estudio del idioma italiano, hice Kundalini Yoga, cursé taller literario con Sylvia Iparraguirre… Todo eso, online. Pero… este año se me empezó a hacer más difícil. Pasé momentos muy duros, perdí amigos y gente querida, mi salud se empezó a resentir por el estrés. 2021 fue un tiempo duro. Pero esta vuelta a los escenarios está siendo un dulce cambio de aire.

- La gente se abrazó mucho a la música durante este año y pico de incertidumbre. ¿Por qué pensás que ocurrió esto?
- La música te acompaña, te “dice cosas al oído”, le habla a una parte de vos que va más allá de lo racional. Y en un momento tan solitario, incierto y lleno de angustias, fue un verdadero bálsamo. Me pasó a mí mismo, no sólo como oyente, sino cuando preparaba los conciertos gratuitos de los viernes, donde siempre tocaba un repertorio distinto. Estar toda la semana estudiando, programando, practicando y alistándome me ayudó a no desesperar.

- Has estado muy activo desde 2015, lanzando prácticamente un disco por año, girando, te hemos visto varias veces en La Plata en ese tiempo. ¿Efectivamente hubo un aumento en tu nivel de producción, de creatividad, de movimiento? ¿Por qué, en todo caso?
- Es verdad. Estoy en un momento creativo muy bueno. Me sale espontáneamente, y lo aprovecho al máximo. Esto es lo que tengo para dar, y lo ofrezco a manos llenas. Hacer menos que eso sería faltarle a mi instinto.

- En estos últimos dos o tres años cumpliste 60, se cumplieron 40 años de La Grasa de las Capitales, Charly cumplió 70, ahora se vienen los 30 años de Serú 92… ¿Cómo vivís todos estos aniversarios redondos? ¿Disparan algún tipo de reflexión, de balance, y en todo caso, cómo recordás a ese joven Pedro Aznar que recién comenzaba en la música?
- Cuando cumplí sesenta, hace dos años, hice una fiesta de disfraces con mi gente más querida. Éramos sesenta y cinco. Hicimos karaoke, tocamos hasta las cuatro de la mañana, nos reímos, nos emocionamos, recordamos cosas graciosas, bailamos y bebimos hasta caer rendidos. Creo que los aniversarios importantes hay que celebrarlos así, a lo grande, porque marcan hitos en la vida. No hay que dejarlos pasar así nomás. Esa fue una de las consecuencias trágicas de la pandemia: nos aisló y no nos permitió juntarnos a hacer esos rituales tan necesarios. ¡Hubo gente que ni pudo despedir a sus muertos! Y creo que eso nos enseñó que el tiempo es poco, pasa como un rayo, y que no se lo puede ni debe perder en tonterías, en correr atrás de acumular cosas. Lo que vale es el amor que te rodea y el que das.

- Hablando del paso del tiempo, no se si viste lo que pasó con “Tu amor”: Duki recitó un par de versos y estalló en reproducciones, haciendo que un himno, pero quizás de generaciones más grandes, llegue a los más jóvenes. ¿Te merece alguna reflexión esa reaparición del tema? 
- Me parece hermoso, y un verdadero honor que gente tan joven valore cosas que se hicieron hace décadas. Es un placer, verdaderamente.

- Y ¿cómo ves esta escena musical donde el rock parece estar dejando el centro? Vos justamente siempre fuiste un hombre adepto a la fusión y a escuchar todo, ¿te interesa el trap, por ejemplo?
- Hay música de valor en todos los estilos. No hay que quedarse encerrado en nada. Mi música es una muestra de eso: ahí adentro encontrás influencias de montones de cosas.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE