En medio de los festejos, escruche y miedo en 28 y 57

La víctima había ido a la casa de su hermana para ver el partido de fútbol entre Brasil y Argentina. Cuando regresó, se encontró con todo “dado vuelta”, según denunció

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A la hora del partido de fútbol que consagró a la Selección Argentina ante Brasil en la Copa América, las calles de La Plata se encontraban vacías. Incluso antes, con la previa, familias y amigos reunidos frente al televisor dejaron de lado lo que pudiera ocurrir en el exterior. Una situación ideal para los delincuentes, que aprovecharon las casas vacías para salir a “trabajar”.

Eso fue lo que ocurrió el sábado por la noche en un inmueble de 28 entre 56 y 57, donde desconocidos ingresaron entre las 20.30 y las 21.30 horas, cuando el relato del encuentro se encargó de tapar el sospechoso sonido del metal contra el metal.

Horas más tarde, la propietaria se toparía con la fea sorpresa al hallar la cerradura del portón barreteada y las luces del interior prendidas, tras regresar luego de haber compartido la velada en la casa de una hermana.

En minutos, la noticia se diseminó entre los vecinos, que salieron preocupados a la vereda. “Este suele ser un barrio tranquilo, pero veníamos de varios ataques de motochorros sobre todo en la esquina de 28 y 57, y también uno grave en 29 y 59 (donde dos asaltantes encañonaron a un peatón para sustraerle sus pertenencias). Esperemos que un delito no llame a otro”, detalló con preocupación uno de los frentistas. Y, mientras algunos dialogaban sobre el hecho, una joven aseguró haber visto a los autores. “Hay cámaras de dos viviendas cercanas que podrían haber filmado el robo”, sostuvo una fuente oficial.

Para la damnificada, en tanto, se trató de algo más que un escruche: “No se puede vivir tranquila, ahora me queda el miedo de lo que pasó”, reveló a la Policía.

“TODO REVUELTO”

Las filmaciones revelarán con precisión la secuencia, pero a juzgar por los dichos de un testigo todo comenzó antes de que comenzara la final. “Vi cerca de las 21 que entraban y salían dos jóvenes, que pensé eran los hijos de la dueña de casa, y cargaban algunas cosas en una camioneta Peugeot color plata, nueva”, le contó a las autoridades.

Por su parte, la víctima llegó minutos antes de la medianoche y enseguida advirtió algo raro.

Las luces del comedor estaban encendidas y ella había dejado prendida solamente la que da al jardín delantero.

Cuando descendió del auto, ratificó su presentimiento al advertir que el portón estaba abierto.

Voceros de la pesquisa señalaron que la mujer acudió a un vecino por ayuda y luego llamó al 911. Dos patrulleros arribaron minutos después a la escena y los efectivos ingresaron a la finca para cerciorarse de que los malvivientes ya no estuvieran dentro.

Según pudo saber este diario, los sujetos entraron por una puerta lateral -que también forzaron con una herramienta-, situada al final de un pasillo.

A las 19 horas, la propietaria se había ido a lo de una hermana y en el lugar no quedó nadie. Esa circunstancia le permitió a los ladrones actuar sin apremio y revisar una por una cada habitación. Conforme denunciaría a la Policía, “quedó todo revuelto, hasta arrancaron los taparrollos seguramente en busca de dinero”.

Cuando terminaron de revisar el mobiliario y no hallaron efectivo, decidieron que era momento de huir. El botín constó de dos notebooks, una computadora de escritorio donde guardaba todo su trabajo y un Smart TV.

Durante la mañana de ayer, la Policía Científica trabajó para levantar huellas en la escena, aunque no fue posible descubrir nada relevante, remarcaron los investigadores.

Se esperaba el relevamiento de las cámaras de seguridad de la cuadra para obtener algún dato que permita identificar el vehículo utilizado.

Por otra parte, los vecinos refirieron que cuentan con alarma comunitaria y que, tras este nuevo episodio, “vamos a estar más atentos a lo que pase”.

Los delincuentes arrancaron hasta los taparrollos en busca de dinero en efectivo

 

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