Biles volvió a conmocionar al mundo con su retiro de los Juegos de Tokio

En su momento fue Naomi Osaka (24 años), que tras superar la primera ronda de Roland Garros, la tenista japonesa (número 2 del mundo y ganadora de cuatro torneos de Grand Slam) tomó la determinación de retirarse aduciendo que prefería cuidar su “salud mental”.

Ahora, el mundo del deporte se vuelve a conmover con el abandono de la gimnasta estadounidense Simone Biles (casualmente también de 24 años) de los Juegos Olímpicos, cuando estaba llama a ser una de las grandes figuras de Tokio.

La mega estrella de la gimnasia artística mundial y ganadora de cuatro medallas doradas olímpicas en Río 2016 decidió retirarse después de no ejecutar de la mejor manera la prueba de salto en la final por equipos de gimnasia artística, que al final tuvo a las rusas en lo más alto del podio.

En un primer momento parecía que se trataba de un problema físico, pero la propia Simone Biles se encargó de explicar su retiro. “Tengo que concentrarme en mi salud mental. Creo que es lo más importante en el deporte en este momento. Los atletas tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, afirmó la destacada gimnasta.

A lo que agregó que “ya no confío tanto en mí misma. Quizás esté envejeciendo. Hace un par de días que todo el mundo comenzó a mandarme mensajes por Twitter y sentí que tenía todo el peso sobre mis espaldas”.

En tal sentido, Biles reconoció que cómo cualquier persona, a veces “simplemente se tiene que dar un paso al costado” cuando no se siente con la confianza necesaria de conseguir el objetivo.

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“No quería salir y hacer algo estúpido y lastimarme. Siento que muchos atletas -agregó- que han hablado al respecto de la salud mental realmente han ayudado y mucho. Los Juegos Olímpicos son importantes, pero las personas valen más”.

Como quedó dicho, Simone Biles había llegado a Tokio como la gran estrella de estos Juegos Olímpicos tras el retiro del velocista jamaiquino Usain Bolt y el nadador estadounidense Michael Phelps, que dejaron su “reinado” tras retirarse de Río 2016 por decisión propia tras una larga historia en el olimpismo y de ser súper estrellas en cada uno de sus deportes.

Quizá el hecho de ser el centro de atracción máxima en Tokio le pesó a Biles, pero también hay que recordar que detrás de la fabulosa gimnasia estadounidense hay “otra historia”. La deportista tuvo que superar una infancia muy difícil, marcada por una madre drogadicta y un escándalo de abuso sexual que afectó al equipo de gimnastas estadounidense.

Biles tenía apenas tres años, cuando los servicios sociales de Estados Unidos tuvieron que intervenir para rescatar a los cuatro hijos de Shanon Biles, que estaba inmersa en submundo de la droga y el alcoholismo. Por tal motivo, las autoridades le quitaron “tenencia” a la madre.

El padre de Shanon, Ronald Biles y su segunda mujer, Nellie, se quedaron con las niñas menores, Simone y Adria. Los hermanos mayores fueron a vivir con la hermana de Ronald. Los abuelos de Simone adoptaron posteriormente a las niñas y es a Nellie a quien llama “mamá”.

Nellie recuerda que Simone siempre fue una niña “a la que le gustaba constantemente saltar y rebotar” por lo que lo relaciona con su apego que tendría después con la gimnasia.

Ya siendo una estrella consagrada de este deporte, Biles reveló que había sido víctima de abuso sexual por el médico del equipo estadounidense de gimnastas Larry Nassar, condenado a décadas de cárcel por abusar de al menos 265 gimnastas durante los años que trabajó en el equipo.

“Últimamente me he sentido quebrada y cuanto más trato de apagar la voz en mi cabeza, más fuertes son los gritos. Ya no tengo miedo a contar mi historia”, dijo en 2018, sumando su voz a la de muchas otras mujeres que hicieron denuncias a través de la campaña #MeToo.

Como cuando maravilló sus piruetas en la gimnasia artística y contó sobre los abusos sexuales que había sufrido, Biles volvió a conmocionar al mundo tras su retiro de los Juegos de Tokio para preservar su salud mental algo que se viene haciendo frecuente en los jóvenes y “exitosos” deportistas