El 5G podría frenar el avance de Rusia en Ucrania

Sin dudas, por estos tiempos, las nuevas tecnologías parecen apoderarse silenciosamente del mundo. Y las sanciones en referencia a los avances tecnológicos se convierten poco a poco en la nueva y casi insuperable herramienta de política exterior.   

En la actualidad, Estados Unidos está considerando restringir el flujo de semiconductores hacia Rusia para disuadir al presidente ruso Vladimir Putin de invadir Ucrania.

Así, la medida evitaría que el ejército ruso y gran parte de la economía de la nación avancen tecnológicamente. De alguna manera, la intención es claramente "congelar" a Rusia respecto de los mencionados avances y nuevos descubrimientos en el actual perfil armamentista. 

Vale desatacar que los detalles de las sanciones aún se están decidiendo. Todo parece indicar que se basarían en restricciones similares a las que sometieron a Huawei, la empresa tecnológica china. Aunque la mayoría de los semiconductores se fabrican en el extranjero, sabido es que, las empresas estadounidenses controlan la mayoría de los sectores del mercado más grande, desde el diseño de chips y equipos de fabricación hasta procesos y control de calidad.

“Es una de las herramientas que Estados Unidos ha llegado a preferir porque es dolorosa, pero no implica el uso de la fuerza”, dijo James Andrew Lewis, vicepresidente sénior y director del Programa de Tecnologías Estratégicas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales.

Al restringir el acceso a los productos y servicios de esas empresas, EE. UU. puede limitar efectivamente el acceso de Rusia a los últimos chips, aún incluso si se fabrican en otros países.

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Aunque es probable que la mayoría de las mencionadas restricciones se centren en empresas estas abastecen al ejército de Rusia, ya sea directa o indirectamente.

La realidad señala que un lugar donde los consumidores podrían sentir la presión es el servicio de telefonía móvil. Si se implementan, las restricciones “excluirían a los rusos del mercado 5G”, dijo Lewis.

Hoy, las empresas rusas pueden obtener equipos 5G de Ericsson y Nokia, pero es probable que estas empresas europeas sigan cualquier sanción estadounidense, dijo a Ars Paul Triolo, jefe de geotecnología de Eurasia Group.

El otro punto de sumo valor en el mercado de telecomunicaciones ruso, Huawei, no ha podido ofrecer 5G real desde que EE. UU. impidió que TSMC fabricara sus chips.

Es importante destacar que las sanciones contra Rusia se implementarían bajo la regla de productos directos extranjeros, que permite al gobierno imponer restricciones sobre cómo las empresas usan la tecnología estadounidense, incluso en otros países.

También es cierto que, tiempo atrás, esta regla estaba dirigida principalmente a empresas que venderían directamente a militares extranjeros. Pero bajo la administración de Trump, la regla se amplió para incluir ciertas tecnologías relacionadas con semiconductores para apuntar a los proveedores de telecomunicaciones chinos Huawei y ZTE.

Ahora, para abastecer el mercado ruso, empresas como Huawei pueden tener algunas opciones para ofrecer velocidades similares a 5G, pero el resultado sería imperfecto. “Puedes diseñar una arquitectura más amplia que te lleve en parte hacia la parte del rendimiento, pero es difícil debido al consumo de energía con implementaciones amplias de 5G”, dijo Triolo. “Necesitas el rendimiento, la latencia y el consumo de energía. Es realmente difícil conseguir eso sin nodos avanzados por debajo de los 7 mm más o menos”.

Asimismo, la autoridad legal en esta área es “bastante amplia”, continuó asegurando Triolo. “Esta regla es como una Estrella de la Muerte. Podemos señalar cosas que no nos gustan y 'boom'”. La regla puede apuntar a productos individuales o incluso a países enteros “porque así es como está escrito. Es realmente bastante amplio y esa Estrella de la Muerte se puede escalar desde algo que puedes sostener en tu mano hasta algo enorme". 

Los semiconductores se han convertido en un cuello de botella particular debido al dominio de las empresas estadounidenses. Aunque la mayoría de los chips, y casi todos los chips más avanzados, se fabrican en países asiáticos. En este sentido, Triolo señaló que "no se puede construir una planta de fabricación de semiconductores avanzada sin grandes cantidades de equipos estadounidenses". Y seguidamente estimó que "las empresas estadounidenses controlan alrededor del 50 al 60 por ciento del mercado de esos equipos". 

Finalmente, el cuadro de situación indica que la tecnología estadounidense es fundamental incluso cuando los productos finales provienen de empresas extranjeras.

En este sentido, consideremos por ejemplo, las máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV) de ASML de los Países Bajos, que están obligados a fabricar chips de menos de 7 mm y no funcionan sin una fuente de luz fabricada por Cymer, una subsidiaria de ASML con sede en San Diego.