Cristina se fue antes de la votación: el Gobierno ya no oculta sus fisuras y las expone en público
| 18 de Marzo de 2022 | 07:47

Las diferencias que mutaron a fisuras en el Gobierno nacional y que hasta no hace poco eran minimizadas por los principales actores del Frente de Todos, dejaron de ocultarse. No sólo eso, se comenzaron a ventilar en público.
Ayer, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, blanqueó lo que era un secreto a voces: que Alberto Fernández y Cristina Kirchner tienen el diálogo cortado. “El Presidente se comunicó con la vicepresidenta sin tener respuesta”, fue la frase que pronunció ayer la portavoz en su habitual conferencia de prensa con los periodistas acreditados en Casa de Gobierno. Fue al referirse al ataque a piedrazos al despacho de la vicepresidencia que ocurrió la semana pasada durante el debate en la Cámara de Diputados del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Pero otro capítulo se vivió ayer en el Senado con la "fuga" de Cristina, cuando se definía si se aprobaba o no el acuerdo con el Fondo. A las 23 y con su ausencia, además de haber estado sólo de a ratos en la sesión, el proyecto fue aprobado por 56 votos positivos, 13 negativos y 3 abstenciones. Como era de esperar, rechazaron la iniciativa representantes del camporismo como Martín Doñate, Matías Rodríguez, Mariano Recalde y una senadora ultra K como Juliana Di Tullio pero también peronistas históricos como Adolfo Rodríguez Sáa.
La histórica jornada parlamentaria había comenzado pasadas las 14 en medio de un operativo cerrojo al Palacio del Congreso con un extenso vallado y numerosos efectivos policiales apostados en las inmediaciones. Finalmente Cristina Kirchner presidió el comienzo de la sesión pero a los pocos minutos se retiró. Regresó pasadas las 18.40 cuando permaneció menos de una hora -en la que charló con sus secretarios sin prestar mucha atención a los discursos- y abandonó el estrado en momentos en que el puntano Rodríguez Sáa pronunciaba su extensa y teatralizada alocución en la que reivindicó la declaración de default cuando era presidente de la nación. La Vice no regresó más y la votación tuvo que ser dirigida por la presidenta provisional, la santiagueña Claudia Abdalá de Ledesma.
Clima de tensión
El clima de tensión viene en aumento y había alcanzado un punto máximo el fin de semana cuando el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia y uno de los líderes de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, se había quejado del “silencio” del gobierno nacional tras aquél episodio.
Molesto por esa declaración, el Presidente tomó el teléfono y habló con el “Cuervo”. Según trascendió en las últimas horas, el diálogo fue tenso. “Pero Cuervo, cómo me hacés eso, nosotros venimos charlando y me ponés eso en Twitter. ¡Yo no puedo tolerar más esto: Cristina no me atiende y encima me están atacando!”, habría reclamado el jefe de Estado.
Lejos de amilanarse, Larroque no se quedó atrás: “Yo esto no te lo puedo dejar pasar, acá la única persona a la que atacan es Cristina”, retrucó uno de los lugartenientes de Máximo Kirchner.
Ese cruce revela el nivel de enfrentamiento que existe entre el Presidente y el kirchnerismo duro que, si bien se venía manifestando, quedó al descubierto sin prurito alguno en el marco del debate por el acuerdo con el FMI y que tuvo un primer capítulo álgido con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos.
“Nos votan en contra. ¿Qué diferencia querés?”, se atajaron cerca del Presidente tras las declaraciones de ayer de Cerruti, donde comunicó que el mandatario no obtuvo respuesta de la ex presidenta. “Las relaciones personales son personales y las políticas son otra cosa”, agregó la funcionaria en un intento por bajar un cambio el nivel de la pelea.
Ayer, además, el Presidente se encargó de contestarle al kirchnerismo que viene resistiendo el acuerdo con el FMI. “Escucho hablar mucho que nuestras ideas para poder hacer frente van a significar ajustes. ¿Dónde están los ajustes? Explíquenmelos”, lanzó Fernández en un claro señalamiento hacia La Cámpora.
Tampoco existen miradas coincidentes en torno del valor de la unidad del Frente de Todos. Mientras el Presidente se aferra a ese argumento, al vicepresidenta parece cada vez más alejada de esa visión. Cristina Kirchner, por caso, habló en las últimas horas con representantes de organismos de derechos humanos ante quienes enfatizó que la “unidad” es un valor que por sí mismo no garantiza nada.
Hoy, si se cumple el anticipo del propio Presidente, el Gobierno lanzará su promocionada “guerra” contra la inflación. Pero en ese acto oficial no se espera la asistencia de dirigentes cercanos a la vicepresidenta ni miembros de la Cámpora. Otra señal inequívoca de que la fisura oficial se sigue agrandando.
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