La hipoacusia en los chicos

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Según coinciden los especialistas, el 80 por ciento de las hipoacusias infantiles permanentes son congénitas, ya sea por factores hereditarios o resultado de complicaciones durante el embarazo y el parto, tales como infecciones intrauterinas (rubeola, sífilis, toxoplasmosis), bajo peso al nacer, asfixia del parto, o ictericia grave, entre otras.

Pero los niños también pueden ver reducido su umbral de audición -que en personas con capacidad auditiva normal es igual o superior a 25 decibles- por causas adquiridas, tales como traumatismos cráneoencefálicos o de los oídos, algunas enfermedades infecciosas (meningitis, sarampión o paperas) y exposición al ruido excesivo, entre otras.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la hipoacusia se presenta con una frecuencia de cinco cada mil nacidos vivos, mientras que las de tipo severo o profundas afectan a 1 de cada 1000 recién nacidos, cifra que aumenta en 1 a 10 de cada 100 con factores de riesgo, y 1 a 2 de cada 50 neonatos que están en las unidades de terapia intensiva.

En todo el mundo, en tanto, se estima que 360 millones de personas padecen de pérdida de audición discapacitante -superior a 40 decibeles-, lo que representa el 5 por ciento de la población global. De ese total, 32 millones son niños, mientras que en Argentina el 12,9 por ciento de la población tienen alguna discapacidad, y las discapacidades auditivas ocupan el cuarto lugar entre los tipos más frecuentes, con el 8,3 por ciento de los casos.

 

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