En Brasil, la Justicia actuó con celeridad y Bolsonaro deberá dar explicaciones

La Justicia dio inicio a las investigaciones tras el intento de golpe que sufrió Lula da Silva este domingo en Brasilia. Manifestantes bolsonaristas ingresaron al Congreso, la Casa de Gobierno y Supremo Tribunal, destrozando todo a su paso.

Por ello, desde ayer a este lunes, hubo 1500 detenidos que deberán comparecer ante la Justicia para determinar su responsabilidad y pagar las consecuencias de sus actos. 

Los manifestantes ingresaron y tomaron el poder de los edificios públicos durante casi cuatro horas, luego de una criticada actuación de la Policía de Brasilia, que poco hizo para impedir que avanzaran.

En cuanto a las Fuerzas de Seguridad, el actual presidente determinó que, quienes hayan sido instigadores o permitieron el ingreso de los atacantes, deberán cumplir “condenas ejemplificadoras”. Así es que también se ordenó la intervención de la Policía Militar de Brasilia. 

Se descartó algún tipo de consecuencias para las iglesias aunque “es posible que los pastores de iglesias pequeñas sean castigados por encontrarse entre los manifestantes”.

Ante esto, la Justicia comenzó a investigar de inmediato quiénes fueron los autores materiales del ataque; cuál fue el rol que cumplieron las fuerzas armadas, a quienes el oficialismo acusó de dar rienda suelta; quién financió estos grupos; y cuál es el grado de incitación que se le endilgará a Jair Bolsonaro, actualmente internado en Estados Unidos. 

El flamante mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó a todos los poderes nacionales este lunes para tomar medidas. El domingo, poco después del arribo de los manifestantes, decretó la intervención de Brasilia.

Esto implicó la destitución del gobernador y posterior asunción en su cargo de la vicegobernadora electa. Además, se prohibieron las manifestaciones por decreto hasta el 31 de enero.

A través de las redes sociales del presidente brasileño, las máximas autoridades del Senado, el Supremo Tribunal Federal y Diputados se unieron para calificar lo ocurrido de “actos terroristas, vandalismo, criminales y golpistas”. 

Los manifestantes, instalados con campamentos en las inmediaciones, fueron detenidos este lunes con al menos 300 responsables. Este lunes, a los que quedaban allí se les dio una hora para desalojar el lugar o serían detenidos. De esta segunda parte, retuvieron a más de 1200 brasileños y brasileñas.

La responsabilidad del ex

En paralelo, la Justicia se prepara para convocar a Jair Bolsonaro. El ex mandatario partió del país el 31 de diciembre a Estados Unidos, un día antes de tener que entregar el cargo a Lula da Silva. 

Para la Justicia nacional, el empresario es el “principal instigador”. En las primeras horas de este lunes, se conoció que el líder de extrema derecha fue internado en una clínica de Orlando por fuertes dolores abdominales.

Marcelo Semer (ex presidente de la Asociación de Jueces para la Democracia de Brasil), consideró que el ex mandatario “debe ser considerado responsable” de lo vivido este domingo. 

Semer agregó: “No cabe duda de que fue el principal instigador del rechazo de los resultados electorales. Guardó silencio cuando tenía la obligación de hablar y dijo que las manifestaciones eran justas”. “Hay fuertes indicios de que Bolsonaro ha influido sobre los líderes de los movimientos terroristas. Incluso desde Estados Unidos”, cerró.

 

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BRASILIA

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