Enseñar primeros auxilios y otras prácticas para salvar vidas en la Región
Edición Impresa | 23 de Octubre de 2023 | 05:15

En varias ocasiones se ponderaron en esta columna iniciativas encaminadas a capacitar a la población en las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), primeros auxilios y la Maniobra de Heimlich, señalándose allí que constituyen pasos positivos hacia el ideal de que una mayor parte de la población disponga de conocimientos para enfrentar -en forma rápida y solvente, hasta la llegada de los médicos- distintos tipos de emergencias sanitarias.
Se aludió también a la importancia de aquellos conocimientos que pueden impulsarse en las escuelas a menores de edad de programas adaptados a sus edades, en situaciones destinadas a que conozcan los primeros pasos para enfrentar estas situaciones críticas.
Tales consideraciones surgen a raíz de la valorable decisión de la Federación de Instituciones de nuestra zona, entidad madre que cobija a centenares de entidades de bien pública adheridas a ellas, que dispuso promover cuatro planes de capacitación, primeros auxilios y evacuaciones que, a través de un convenio con distintos organismos públicos, se desplegará en clubes de barrio y otras entidades de bien público,
Como se sabe, distintas instituciones médicas –entre ellas, la Asociación Argentina de Cirugía- señalan que los primeros auxilios pueden reducir hasta en un 80 por ciento los efectos de accidentes en las calles, en especial de aquellos que impliquen lesiones con sangrado y en ocasiones en las que no haya margen para esperar a que llegue asistencia profesional.
La Ciudad ha registrado experiencias masivas –empezando por la mayor de todas, partir de la recuperación de las islas Malvinas en 1982- demostrativas de que es preciso contar con una capacitación de muchas personas en estas técnicas.
Ello contribuye, sin dudas, a reducir sustancialmente la posibilidad de que se presenten derivaciones trágicas y permite contar con trascendentes recursos de apoyo a quienes, víctimas de algún súbito malestar o de un accidente, se encuentren en esos momentos indefensos e imperiosamente necesitados de auxilio.
De allí la conveniencia de que se propaguen en la sociedad los cursos y talleres que apunten a capacitar a la mayor cantidad posible de personas no sólo para enfrentar estos tipos de emergencias que puedan sufrir en forma individual los vecinos, sino responder con solvencia ante los casos que conciernen a toda la población, como las inundaciones y tormentas que han causado tantas pérdidas y daños, en nuestra región, en el país y en un mundo cada vez más afectado por el cambio climático.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE