Un centro que asiste a personas con discapacidad en La Plata pide ayuda a gritos
| 21 de Abril de 2023 | 17:44

Cántaros, un centro de día que asiste a personas con discapacidad en Villa Elisa, se encuentra en el inconveniente de no poder cubrir las necesidades de los chicos y las familias que asisten. A pesar de guiarse desde hace 16 años por las normativas del Ministerio de Salud y las obras sociales, no encuentran respuestas ni soluciones a las responsabilidades que tienen a cargo.
Ubicados en el Camino General Belgrano entre 411 y 409, el centro transmite paz y comodidad con sus prestaciones, Alejandra Díaz Villegas, destacó: "Recibimos a los chicos, a las familias, nosotros no vemos papeles como se ve cuando uno va a las obras sociales por trámites, nos interesamos por los chicos y vemos los problemas que tienen las familias. Estamos en el inconveniente, cuando lo pasas a un papel solo se ve un número de trámite y se pierden muchas cosas".
"Tengo 55 años, trabajo en esto desde los 18, es mi pasión más allá de ser mi trabajo. Me he encontrado muchas veces en situaciones de no saber como hacer porque aunque tengas empatía con el otro, no podes resolverlas por escasez de recursos", afirmó, y agregó: "Acá crie a mis hijos, salían de la escuela y venían para acá, lo mismo con los chicos que venían con sus familias, ellos son parte de una gran familia que conformamos entre todos".
Acerca del principal conflicto que atraviesan, reafirmó: "El conflicto con las obras sociales las incluye a todas, no tenemos problemas con una en especial. Queremos trabajar con obras sociales de Nación y hace un año detrás de un trámite, para que nos avalen para trabajar. Solo queremos trabajar para los chicos que tienen necesidades especiales".
"El discapacitado tiene cobertura total, los chicos tienen el derecho de estar en los lugares que los papás puedan elegir, pero no en muchas oportunidades ocurre eso. Este centro es hermoso, lo hacemos como en nuestra familia y nuestra casa, trabajamos con profesionales y no tenemos grupos numerosos. Es muy difícil mantener al personal en relación de dependencia, pagar todo lo que implican los trabajos, a veces para dos chicos se necesitan dos profesionales", mencionó.
"Más allá del placer que significa estar acá, que es como mi casa, la necesidad de los padres genera mucha impotencia y las obras sociales no están abiertas para los padres ni para nosotros. La discapacidad siempre queda en un lugar de relegamiento, cuando no se ve es más fácil, todo es cuesta arriba para la discapacidad", indicó.
En ese sentido, cerró: "No le cobramos a los padres, dependemos de lo que nos pagan las obras sociales, por eso sufrimos trabas o los retrasos en los trámites. Tuvimos que reducir varias actividades como equinoterapia, teníamos pileta climatizada, teníamos rehabilitación, no podíamos mantener al personal.
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