Feria franca en retroceso: crisis económica y nuevos hábitos
Edición Impresa | 12 de Junio de 2023 | 03:12

La Feria Franca de La Plata lleva 130 años en la Ciudad y desde hace varios años está en retroceso, situación que se aceleró en los años de pandemia. Hay datos que son preocupantes: de la mercadería que exponen cada día en distintas zonas de la Ciudad venden entre el 15 y 30 por ciento de martes a viernes, y los sábados y domingos repunta un poco, superando el 50 por ciento, y algunos días llega al 60 por ciento.
Según cuentan quienes llevan décadas armando puestos en las ferias de frutas, verduras, productos frescos y otros rubros afines, la explosión de verdulerías en la Ciudad llevó a cambiar los hábitos y jaquear las economías de los feriantes.
Muchos ya no trabajan los seis días de la semana y eligen algunas ferias para seguir dando batalla.
La rutina de los feriantes es compleja. Poco después de la medianoche van al mercado, compran la mercadería para reponer su stock y entre las 5 y 6 de la mañana comienzan con el armado de los puestos. No todos aguantan ese ritmo los seis días de la semana y las nuevas generaciones optan por otros trabajos y no seguir con la tradición de décadas.
Otro tema tiene que ver con lo económico impositivo: la mayoría de los puestos pagan como responsables inscriptos porque por el volumen de mercadería que manejan superan las escalas de monotributo. Esa situación es desalentadora porque de las recaudaciones que logran, el 30 por ciento o más se lo lleva el fisco.
“Te levantás muy temprano, montás el puesto que lleva su costo en esfuerzo físico, de tiempo y económico, y al final de la jornada, pasadas las 14 o a veces las 15, te encontrás con que vendiste el 20 ó 30 por ciento de lo que expusiste. Cómo hacés para seguir dando batalla en ese contexto”, dijo María, quien lleva más de 30 años en la feria y prácticamente trabaja los fines de semana. “Si armo de martes a jueves, con mucha furia llegó a los 10 mil pesos de venta, cuando la mercadería que estoy exponiendo no baja de los 200.000 pesos”, ejemplificó.
Más allá que aún hay puestos que se transformaron en excepciones por la cantidad de productos que venden, la mayoría tiene un promedio de ventas que no llega a alcanzar las expectativas que tienen cada día al comenzar a trabajar.
Según la Municipalidad de La Plata hay 120 puestos en todo el circuito de feria franca de la Ciudad. Son 8 las ferias francas que funcionan de martes a domingo. Los martes funciona en Parque Saavedra (68 entre 12 y 14) y en barrio Hipódromo (38 entre 116 y 117). Los miércoles funciona en 51 entre 21 y 23, y en diagonal 79 entre 116 y 117; 528 y 1; y 14 y 466. Jueves y domingo en 38 entre 9 y 11, y en diagonal 73 y 4.
“En el marco del funcionamiento de las ferias francas en la Ciudad, no se han modificado las regulaciones al respecto. De esta manera, la cantidad de puesteros continúa siendo la misma desde el inicio de la propuesta, con alrededor de 120 feriantes locales distribuidos en los diferentes rubros como frutas, verduras y frescos (pollo, pescado, huevos, dietética, quesos y embutidos, etc)”.
Cabe destacar que durante los años de la pandemia por Covid_19, se establecieron nuevos requisitos con el objetivo de prevenir contagios. En ese sentido, se dispuso una medida de distanciamiento con la cual los puestos no podían continuar enfrentados sino que los mismos debían instalarse de manera lineal, atravesando una cuadra consiguiente. Esta situación continúa vigente en algunas de las ferias, mientras que otras ya retomaron la disposición anterior.
Desde el área de Producción del Municipio se agregó, además, que se trabaja a diario con los productores locales que desean sumarse a las ferias francas.
Las ferias se originaron en agosto de 1893, cuando los feriantes llegaban a la zona oeste del casco urbano con grandes carruajes tirados por caballos y ofrecían los productos que eran cosechados en las zonas agrarias de La Plata, como Romero, Abasto o lo que hoy se conoce como el barrio Las Quintas.
Luego, con el paso del tiempo, fueron ganando terreno en la zona del Parque Saavedra y desde hace más de cuarenta años se instalaron en diferentes zonas del casco urbano.
Los vendedores son personas que trabajaron toda la vida en el rubro y, en su mayoría, heredaron el puesto de sus padres.
Entre los requisitos se incluye la limpieza obligatoria de los espacios que utilizan antes de abandonar sus puestos al finalizar cada jornada laboral.
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