“Barrabrava”: el lado oscuro de la pasión futbolera

Gastón Pauls, Matías Mayer y Gustavo Garzón protagonizan la serie de Jesús Braceras, el creador de “Monzón”, que se zambulle en el complejo mundo de las hinchadas del fútbol argentino. El viernes, en Prime Video

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Por PEDRO GARAY

pgaray@eldia.com

En los últimos años, las barras han salido del centro de la agenda mediática: sin visitantes, los enfrentamientos se redujeron, el COVID dejó sin público al fútbol un buen rato y los clubes parecen haber conseguido controlar lo que hace un lustro eran peleas a muerte por el poder de la barra. Curiosamente, en ese período aparecieron tres series sobre el mundo barra: “Puerta 7”, “El hincha” y, desde el viernes, “Barrabrava”, que se verá por Amazon Prime Video.

Creada por Jesús Braceras, realizador de “Monzón”, y protagonizada por Gastón Pauls, Matías Mayer y Gustavo Garzón, la serie de Prime Video promete, sin embargo, un abordaje diferente, que pone el foco en lo humano y evade los juicios de valor.

“Siempre me llamó la atención el mundo barra: es un fenómeno 100% argentino, hay otras hinchadas violentas pero de la manera que se da aquí es un fenómeno único”, afirmó el realizador, en un evento para la prensa al que accedió EL DIA. Para Braceras, en ese universo se mezclan como en ninguna otra parte del mundo una relación distinta con los colores, cotidiana, debido al rol que cumplen los clubes en Argentina, que empapan de efervescencia y pasión un espacio organizado para las actividades ilícitas, que cuenta con vínculos con la política, íntimos, y que a menudo estalla en violencia. Sin embargo, nadie hace nada porque “están todos prendidos”, opinó Braceras.

Serie policial que tiene en su eje la batalla por el control de la barra de un club ficticio, la serie pone en escena ese estallido que, para Braceras, es parte del fútbol. “Hay algo ahí, lo vemos en los padres que van a ver jugar a sus hijos. El fútbol termina siendo el cráter de un volcán, y la barra es la máxima expresión de eso”.

 

“Como actor, uno no puede juzgar al personaje, tiene que entenderlo, correrse del camino”

Gastón Pauls,
protagonista de “Barrabrava”

 

“Barrabrava” sigue a al “Polaco” y César, encarnados por Mayer y Pauls -que vuelve a trabajar con el creador tras su paso conjunto por “Todos contra Juan” (2008-2010)-: son dos hermanos de alto rango en la barra del ficticio Club Atlético Libertad del Puerto, que funciona bajo las órdenes del “Tío”, el veterano líder de la facción interpretado por Gustavo Garzón.

SIN TOMAR POSICIÓN

De dimensiones muy distantes a las de cualquier “grande” del fútbol local, aunque no por eso menos corrupta, la estructura operativa que mete bocado en cada área y decisión del club está hace años bajo ese dominio indiscutido.

Sin embargo, un imprevisto error de cálculo tanto en el vestuario como en la cancha, cargado de consecuencias problemáticas, se transforma en la oportunidad ideal para dar paso a la traición y dar vuelta por completo el panorama: expulsados de su principal entorno de pertenencia tras la explosiva interna, la dupla de hermanos buscará, sin protección ni recursos económicos pero a toda costa, la manera de recuperar su espacio y “volver a su medio de vida y a sus propias vidas, con todo lo que los rodea, con sus seres queridos”, explicó Braceras, aunque eso desate una verdadera contienda con su comunidad de siempre.

Pero, advirtió, esta es una historia “de personajes y familia”, no “un análisis sociológico” de la problemática barra: “no buscamos tomar posición” sino, en todo caso, “entender por qué actúan como actúan, por qué reaccionan como reaccionan: a raíz de ellos quizás podemos darle luz al comportamiento de las barras”.

“Si bien el envoltorio es el mundo barra, la puerta de entrada”, continuó explicando Braceras, “esto para mi es una historia de personajes, una historia de familia, de amor. Una historia de gente queriendo cuidar lo que siente que es suyo, y reaccionado al contexto de acuerdo a lo que el contexto ofrece”.

 

“El envoltorio es el mundo barra, pero esta es una historia de personajes, de gente queriendo cuidar lo que siente que es suyo”

Jesús Braceras,
creador de “Barrabrava”

 

“No hay malos y buenos”, agregó Pauls. “Acá hay gente que cuida su lugar: eso es animal. La gente puede ser muy buena, pero cuando tocan lo tuyo, salta algo animal: cuidar tu manada, tu comida, tu terreno. Yo no creo en la bondad y la maldad en el mundo, y creo que en estos personajes vemos los matices, vemos una ternura inesperada, los colores, vemos cómo personajes encuentran la luz tras estar en la oscuridad”.

INVENTANDO UN CLUB

Para Pauls, en ese sentido, “como actor, uno no puede juzgar al personaje, tiene que entenderlo, correrse del camino”. Y de hecho, relata, eso le permitió acercarse a un personaje ajeno a sus experiencias. Eso, y un logrado trabajo de producción que va desde la confección completa de la estética y los símbolos del imaginario club hasta la convocatoria de decenas de hinchas reales para construir el clima y la energía de la tribuna. La serie cuenta con barras de Nacional de Montevideo, tiene a los periodistas Gustavo Grabia y Julio Boccalatte como consultores, y creó para la serie no solo una camiseta, sino diferentes camisetas e indumentaria de distintas épocas para que utilicen los hinchas, “para que sea una equipo ficticio pero se sienta real, cercano”, contó Braceras. También, claro, la hinchada de Libertad tiene cánticos propios.

Una manera, explicó el realizador, de que los actores encuentren “un lugar donde puedan pararse y contar sus personajes”. “El ambiente estaba tan bien armado que era fácil sentirse barra”, sumó Pauls al respecto, mientras que para Garzón la tribuna de la serie es “una exacta reproducción de lo que es estar en el medio de una hinchada de un club del ascenso”, y eso le permitió acercarse a su personaje, que “es algo muy lejano a mí, soy una persona pacífica, bastante cobarde. Iba mucho a la cancha de chico, pero me caí en una avalancha y casi me matan: nunca más fui a la cancha”.

“No me gusta el mundo barra, no le encuentro nada bueno”, contó el actor. “Sí al fútbol, a la pasión argentina, pero creo que hay algo desmedido cuando llegan la violencia, el descontrol, las mafias… Me parece valiente mostrar ese mundo, a ver si algún día las canchas pueden ser un lugar de festejo”.

Con esas ideas, cuando a Garzón le plantearon ser el jefe de la barra y le enviaron el guión se preguntó: “¿Cómo voy a hacer para creerme que puedo ser el jefe de una barra brava?”. Y tomó una decisión: se agregó una panza falsa. “Me permitía sentirme distinto, pararme distinto. Necesitaba sentir que era otro: si yo era yo no podía ser El Tío. Esa pavada me hizo sentir el jefe de una barra”, relató entre risas. Y Pauls agregó: “Somos tres cagones haciendo de tres tipos rudos”.

 

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