Un invierno con poca “lana”, entre el cambio de hábito y bolsillos flacos

La ropa diseñada para temperaturas bajas no tiene salida. Contribuye a las magras ganancias el cambio climático

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Botas, buzos con reverso de frisa, camisas de lanilla, calzas térmicas, abrigos gruesos, bufandas, guantes. Todo eso es lo que no se está vendiendo en los comercios de la Región dedicados a la indumentaria. “Lo que sale es de materiales más bien livianos”, aseguró el dueño de un local de ropa que mantiene casi todo el stock que suele consumirse en los días más fríos del año, recibido al inicio de la temporada otoño-invierno.

Y es que, ya camino a la mitad de julio, no se han presentado todavía las contundentes temperaturas bajas que invitan a comprar no solamente lo que señala la moda sino también el vestuario que requiere el frío más intenso. Entre abril y ahora, por caso, se registró una ola de frío de no más de una semana; para el resto de los días no se ha necesitado mucho abrigo ni los accesorios típicos del pleno invierno, como gorros, botas revestidas en su interior con símil piel, guantes y bufandas y pashminas.

“Se buscan prendas de telas más finitas, no tanto abrigo, porque no hay mucha ocasión de uso, salvo las personas que viajan al sur, por ejemplo. Se nota mucho el efecto de la falta de frío en el calzado, en especial en lo que es bota alta. En ese rubro las ventas están bastante paralizadas”, puntualizó Valentín Gilitchensky, propietario de una marroquinería de la calle 8 entre 47 y 48, y dirigente, además, de la Federación Empresaria de La Plata -Felp-.

Desde la Cámara de Comercio e Industria de La Plata se tiene la misma impresión. “Todavía la temporada de invierno no arrancó. Después del Día del Padre antes ya venían las liquidaciones y ahora se están demorando porque se espera el frío”, indicaron fuentes de la entidad.

Lo cierto es que las vidrieras de este invierno se conservan con la muestra de los modelos presentados en el inicio de la temporada, y en líneas generales, no se observan cambios en los maniquíes exhibidores. Según coincidieron distintos comerciantes, son los casos más excepcionales los que renuevan mercadería dentro de una misma colección y como en esta ocasión no se ha registrado mucha salida de stock se siguen ofreciendo las mismas prendas.

“Qué vamos a renovar si todavía tenemos casi todo lo pedido por vender”, disparó una comerciante dedicada a la venta de tejidos con local en la tradicional calle 12.

Liquidaciones en peligro

Por el cuadro que pintan los comerciantes de los rubros de la indumentaria, todo parece indicar que las clásicas liquidaciones de temporada, en esta oportunidad, están en riesgo. “No va a haber o será muy ´light´, con poco porcentaje de descuentos”, anticipó uno de los dirigentes de los centros comerciales de la Ciudad.

Más de un factor retrasan los “sale” en los negocios que ofrecen vestimenta y accesorios de vestir: a la entrada del mes más frío del año todavía con días que se presentan templados se le suma la resistencia de las grandes marcas que adhirieron oportunamente al programa de Precios Justos, a rebajar los precios cuando la inflación se llevó una parte de las ganancias.

Más de un factor retrasa los “sale”: la temperatura y el efecto de la inflación

En la última década, a fines de junio ya asomaban los primeros descuentos de temporada (que se planteaban entre un 20 y un 30 por ciento menos del valor que habían tenido las prendas en plena temporada); a mediados de julio las rebajas ya se presentaban “a full”, con un 50 por ciento y hasta un poco más de abaratamiento; y al terminar ese mes las vidrieras mostraban la nueva colección, tanto que en los locales quedaban los “saldos”, a precios por demás convenientes.

En La Plata, el aprovechamiento de las liquidaciones es un hábito muy extendido entre las vecinas y los vecinos. Es más, muchas personas que le “echan el ojo” a abrigos o botas (que están entre las prendas más caras de invierno) cuando llegan las colecciones esperan los “sales” para aprovechar las ofertas y renovar así el vestuario del año siguiente.

 

 

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