¡Qué Macana!: por ahora, el de 16 años sigue preso

La historia de los “Hermanos Macana” traspasó las fronteras de la Ciudad y es noticia en el país entero.

Se trata de cuatro integrantes de una familia, que están unidos por la misma madre.

“Tres son hermanos entre sí, de 17, 16 y 12 años, y medio hermanos del restante, que tiene 14 y nació de otra relación de la mujer”, destacó un pesquisa en contacto con este diario.

Entre todos están por alcanzar un récord histórico. Podría ser incluso para el Guinness.

“Suman 99 causas. Una más y llegamos a las 100”, ironizó el informante.

El que ahora está con algunas complicaciones es uno de los que tiene 16, porque la fiscal Carmen Ibarra lo acaba de indagar y hoy podría pedirle la prisión preventiva.

Por eso hace 48 horas -o un poco más- que está aprehendido y su situación procesal dependerá de la decisión del juez del caso.

Al llamado de la audiencia, el adolescente se negó a declarar. Lo acusan de una batería de cargos.

De acuerdo a los voceros, de confirmarse el requerimiento fiscal, si el magistrado lo avala, el adolescente seguirá bajo la órbita judicial, alojado primariamente en el Centro de Recepción y después en alguna institución acorde.

“Lo notamos un tanto impaciente. Ni desafiante ni un pollito mojado”, indicó una fuente que presenció el acto.

En principio, a otro “Macana” más chico, podría caberle una medida de seguridad, pese a que se trata de un inimputable.

En estas últimas horas, mientras uno de los hermanos se hizo viral por una paliza que ligó en una vivienda cercana al barrio El Mondongo, donde fue sorprendido robando de madrugada, sus consanguíneos salían de raid.

No muy lejos de donde tienen registrado su domicilio, en Villa Elvira, golpearon a una jubilada de 82 años.

Mientras se activaba la denuncia, que permitió el arribo de la Policía, para el traslado de la mujer al hospital San Martín, donde la sometieron a distintos estudios, pese a que las lesiones padecidas fueron de carácter leves, se lanzaron rastrillajes, que posibilitaron la rápida captura de los sospechosos.

Paralelamente, en la seccional octava, un grupo de aproximadamente 25 vecinos acudían con la intención de hacer justicia por mano propia, harto de los robos cometidos por los integrantes de esta familia particular.

La bronca es enorme y, también la impotencia, ante una cuestión que se mantiene indefinida en el tiempo.

“Es como todo. Con el paso del tiempo, cada vez será peor y un día de estos van a matar a alguien”, se quejaron los vecinos.

“Empiezan con hurtos, después agarran un cuchillo, pasan a las armas de fuego y así van escalando en el nivel de violencia”, indicaron preocupados.