Dolor en La Plata por la muerte de Ligia Morzone, una destacada vecina platense

Causó un profundo pesar el fallecimiento, a los 88 años, de Ligia Morzone, caracterizada vecina vinculada a diferentes círculos sociales de la Ciudad.

Hija de Ligia Lanteri Cravetti y Luis Morzone, había nacido el 9 de mayo de 1935. Tuvo un hermano, Luis. Toda su educación la recibió del Normal 1 Mary O. Graham”, de donde egresó con el título de maestra.

Se casó con el médico Omar Molina Ferrer en 1961 y tuvo cuatro hijos: Gonzalo, Belén, Gastón y Luciano. Dedicó su vida a la familia y acompañó de manera incondicional a su marido, con quien compartió los viajes que él, por su profesión, realizaba tanto por formación como por trabajo.

El hogar, del que se ocupó con suma satisfacción, fue el espacio donde desplegó mucho de sus saberes: disfrutaba de renovar la decoración de su casa y tejía y cosía con una habilidad admirable.

Uno de los rasgos de su personalidad se manifestaban en el orden y la limpieza de su casa; el cuidado de las plantes fue también una de las habilidades en las que se destacó.

Coqueta, de vestir elegante y peinado impecable, su vida transcurrió entre La Plata y City Bell. Muy sociable, disfrutaba de los encuentros con su familia y amigas, con quienes solía juntarse a tomar el té. Se distinguió en su calidad de anfitriona, lo que se ponía de relieve sobre todo los sábados, cuando reunía a los suyos.

Fue una abuela que disfrutó de cada momento con cada uno de sus diez nietos: Ramiro, Bautista, Lola, Gonzalo, Rodrigo, Benjamín, Luna, Mora, Juana y Pilar.

Sus hijos, de quienes se sentía orgullosa, y luego sus nietos, fueron el motor de su vida.

Por su actitud de vida, su amorosidad y su carácter afable el recuerdo de su persona será una guía permanente para todos ellos.