De la boutique al showroom: las galerías, con una chance de reinvención
Edición Impresa | 5 de Septiembre de 2024 | 02:38

Desde el ocaso, puede venir un nuevo impulso vital: para bajar los costos de los alquileres y las expensas no son pocos los comerciantes que vuelven a mirar con cariño las tradicionales galerías céntricas, en casos casi deshabitadas, con locales que cuestan hasta 10 veces menos que los comercios que dan a la calle.
Desde una reconocida inmobiliaria local, Gisela Agostinelli sostuvo que los alquileres en las galerías son más económicos, pero no en todas se aceptan todos los rubros.
“Hay que tener en cuenta lo que dice el reglamento de cada lugar”, agregó para advertirlo a los interesados que siempre tienen que consultar ese ítem.
En esa línea Agostinelli aclaró que hay algunas galerías que no aceptan showrooms, entonces hay que averiguar eso antes de efectuar la reserva si no se quiere tener imprevistos. Ese formato, de fuerte impulso en los últimos años, más la expansión comercial de la Ciudad hacia sus localidades y los nuevos modos de compra on line, aparecen entre los argumentos que explican los casilleros vacíos en varias galerías.
“Los locales son más económicos, las expensas cuestan aproximadamente 40 mil pesos y los alquileres rondan entre los 280 y 300 mil pesos, siempre dependiendo en qué galería se encuentre”, sostuvo Agostinelli con relación a los valores.
Se registra demanda en edificios que cuentan con galerías, como por ejemplo la Géminis, pero insistió en que hay que leer la lista de rubros permitidos.
Mariana Valverde, de otra inmobiliaria local, sostuvo que el alquiler de un local en una galería es una opción intermedia, por ejemplo, para quienes quieren abrir al público un showroom pequeño. El capital a invertir es sensiblemente menor para abrir sobre la calle.
Se consignó que hubo emprendimientos, como los relacionados con la venta de ropa, que tal vez estuvieron en departamentos aptos para destinos comerciales, pero en la actualidad optan por las galerías porque las expensas son menores. Eso sí, tienen que adaptarse a que las instalaciones sanitarias son compartidas.
Como otra contracara, la rotación es mucho más lenta que un inmueble comercial sobre la línea municipal.
“Los precios son más económicos, se alquilan oficinas y locales en galerías, pero no se nota un cambio radical en el comportamiento del mercado, la demanda sí tiene un movimiento similar al que tenía en los últimos dos años”, señaló Valverde y agregó que lo que experimentó un crecimiento más marcado fue la demanda de oficinas.
Con relación a los precios se informó que depende, por ejemplo, de si tienen entrepiso o no; además, hay contratos vigentes con la anterior ley que no representan los valores del mercado actual.
Mariana Valverde explicó que un local pequeño en una galería ubicada en calle 48, entre 7 y 8, de 3 por 3 metros de dimensión, sin entrepiso sale entre 60 y 75 mil pesos. Las expensas están entre 20 y 25 mil pesos, en general más económicas que las de los departamentos.
“Hay interés para instalar emprendimientos como son los showrooms; de a poco se volvió a la galería porque da mayor visibilidad que un departamento y las expensas son menores”, coincidió con sus colegas la martillera.
Valentín Gilitchensky, del área de centros comerciales en la Federación Económica La Plata (FELP) afirmó que están casi todos los locales de las galerías ocupados.
“La verdad es que están bastante ocupadas las galerías, aunque siempre hay algún que otro local libre; los precios rondan entre los 100 y los 250 mil pesos y es una oportunidad para emprender. Por ejemplo, sale más barato que el alquiler de un departamento para un showroom”, apuntó el comerciante.
Galerías en el recuerdo
Según apuntó Roberto Abrodos, investigador de temas históricos locales, hace poco más de medio siglo las antiguas tiendas y comercios tuvieron un cambio notable con la aparición de las galerías, a raíz del intenso crecimiento demográfico y por el desarrollo de una gran cantidad de edificios de altura. Esa modificación urbana se hizo más visible en los comercios de calle 8.
“El público tenía la costumbre de hacer sus compras en el “centro” y saturadas las posibilidades de comerciar en forma unitaria, se dio lugar a la construcción de numerosas galerías, diseñadas con varias entradas que no sólo otorgaban la comodidad de adquirir diversos artículos en el mismo edificio, sino que también presentaban la ocasión del paseo, reunión o encuentro, aún en días de lluvia”, explicó Abrodos.
El investigador local recordó que por julio de 1971 se habían habilitado dos galerías que aún mantienen gran parte de sus líneas fundacionales. Una es la Géminix, en 8 entre 47 y 48, el espacio se diseñó para el emplazamiento de 45 locales.
La otra fue galería Williams abierta entre 48 y 49, ese espacio contaba con 26 locales.
No obstante, en esa época se encontraban en construcción otras galerías más que también tuvieron su momento de esplendor.
Tanto Géminix como Williams tuvieron negocios de los más diversos rubros, pero enfocados mayoritariamente al sector femenino por lo que se destacaron los comercios de ropa, calzado, bijouterie y lencería.
“La calle 8 y sus adyacencias era poblada por mayoría de mujeres, la arteria vio pasar todas las medidas y formas de tacones, los estilos de peinados y maquillajes, y por supuesto, las manifestaciones de la moda de aquellos días, las elevadísimas minifaldas y los `hot Pants´”, sostuvo Abrodos para graficar durante décadas el espacio fue testigo de distintos usos y costumbres.
Lo distintivo fue que el centro contaba con locales de calidad en los que era posible encontrar con gran comodidad y buenos precios.
También, alrededor de las galerías, se desarrollaban distintos puntos de encuentro sociales, como los bares y restaurantes, para los jóvenes y las familias.
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