Las tareas del hogar que tienen un efecto positivo para vivir más y mejor
Edición Impresa | 9 de Marzo de 2025 | 04:44

En la búsqueda de una vida más saludable y activa, muchas personas mayores encuentran barreras para realizar actividad física de manera constante. Por cuestiones de salud, impedimentos motrices o cuestiones de agenda que complican la rutina, hay personas que no pueden ordenar un ejercicio diario. Sin embargo, especialistas en salud y actividad física coinciden en que las tareas hogareñas pueden convertirse en una herramienta clave para mantenerse en movimiento y evitar el sedentarismo. “No se trata de entrenar como un deportista, sino de incorporar el movimiento a la rutina diaria”, explican los profesores de educación física, quienes recomiendan aprovechar las actividades cotidianas como una oportunidad para ejercitar el cuerpo.
Los médicos clínicos advierten que el sedentarismo es un factor de riesgo para múltiples enfermedades en adultos mayores, desde problemas cardiovasculares hasta afecciones musculoesqueléticas. En este sentido, lavar los platos, ordenar la casa, colgar la ropa o lustrar muebles pueden contribuir a mantener una movilidad óptima. “Cada movimiento cuenta, y si bien no reemplaza a un plan de ejercicios estructurado, estas actividades suman a la salud general”, aseguran los kinesiólogos y fisiatras.
A medida que la edad avanza, es fundamental encontrar formas de ejercitarse que no impliquen riesgos innecesarios. Los traumatólogos destacan la importancia de los movimientos controlados y la postura correcta para evitar lesiones. “Subir escaleras es un excelente ejercicio para la fuerza de piernas y el equilibrio, pero hay que hacerlo con precaución, apoyándose bien en la baranda”, señalan. Del mismo modo, tareas como barrer, limpiar los pisos o amasar pueden ser ejercicios funcionales que ayudan a mantener la fuerza en brazos y piernas.
Los expertos en musculación sugieren que incluso las tareas más sencillas pueden potenciar la resistencia muscular si se realizan con cierta conciencia del esfuerzo. “Secar la ropa, planchar o mover objetos livianos favorecen la activación muscular y la coordinación”, analizan. Además, cocinar y preparar alimentos no solo involucra actividad física moderada, sino que también contribuye a la estimulación cognitiva y la autonomía.
Desde el ámbito de la rehabilitación, los fisiatras subrayan que el movimiento es clave para conservar la movilidad articular y prevenir la rigidez muscular. “Revisar la postura al realizar cada tarea y alternar entre diferentes actividades ayuda a evitar sobrecargas”, explican. Por su parte, los profesores de educación física sugieren intercalar pequeños descansos para no generar fatiga excesiva, sobre todo en personas mayores de 80 años.
“Secar la ropa, planchar o mover objetos favorece la activación muscular y la coordinación”
Más allá del beneficio físico, mantenerse activo en el hogar también tiene un impacto positivo en el bienestar emocional. “El hecho de tener una rutina diaria y sentirse útil ayuda a combatir la ansiedad y la depresión”, indican los médicos clínicos. En este sentido, convertir las tareas del hogar en una oportunidad para moverse puede ser un gran aliado para quienes buscan mejorar su calidad de vida sin necesidad de salir de casa ni realizar ejercicios complejos.
Los especialistas coinciden en que no se necesita un gimnasio para mantenerse en forma. Con pequeños cambios en la rutina y un enfoque activo, las actividades hogareñas pueden marcar la diferencia en la salud y el bienestar de las personas mayores. “El movimiento es vida, y cualquier excusa para moverse es válida”, concluyen los expertos.
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