Así en el Vaticano como en la Rosada

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI

¡Ay, chicas! ¡Se me hace agua la boca pensando en la rosca papal?

Querrás decir rosca pascual, Elenita. Lindo furcio te mandaste.

¡No! Rosca papal. La que se estará amando en el cónclave entre los candidatos a Papa. Se deben estar rasgando las sotanas los cardenales.

¿Te parece? ¿Algo parecido a la competencia entre políticos?

Tal cual. La eterna lucha por el poder. La misma feria de vanidades.

¿Nunca una Papisa, che?

Hay una leyenda según la cual hubo una, camuflada como hombre. Se llamaba Juana, pero su nombre “papal” fue Benedicto III, entre los años 855 y 857. Chequeado no está.

Si vamos al caso, tampoco hay sacerdotisas en la Iglesia Católica.

Raro, porque el propio Papa argentino admitió que las mujeres sabemos gestionar mucho mejor que los hombres. Lo cual sí está chequeado, ¿no?

¿También es leyenda lo de la “silla especial” para comprobar la existencia de atributos masculinos?

¿De qué estás hablando, Chuchi?

¿Nunca oyeron hablar de “Duos habet et bene pendentes”, que en latín quiere decir ‘tiene dos y cuelgan bien’?

¿Eso es posta?

Según Wikipedia, a partir de lo de la supuesta Papisa Juana, se decía que el candidato a papa debía ser sometido a un control para verificar su sexo. Para ello, presuntamente se sentaría en una silla especial, la “sedia stercoraria”, con un agujero en el medio por la que se deslizaban los genitales y un joven diácono comprobaría su virilidad.

¡Ay! ¡Qué impresión! ¡Pobres tipos! ¿Los tironeaban de los gobelins?

No sé si para tanto. Al menos les palpaban las partes pudendas.

¡Todo tan machirulo! ¡Cómo atrasan! ¿Qué tienen que ver los genitales con la capacidad de ser útiles a la comunidad?

¡Qué laburito el del pobre “joven diácono”, eso de andar manoteando partes íntimas!

Algunos palpados habrán tenido que aguantarse las cosquillas. Con todo respeto lo digo.

Lo cierto es que muchos argentos, con la excusa del funeral de Francisco, aprovecharon la volada para pasarse unos días en Roma en plena primavera. Nada mal.

Mientras no haya sido con la nuestra, nada que decir.

Hablando de temas eclesiásticos, ¿se enteraron de qué se la acusa a la ex del Peluca?

¿Cuál de ellas?

La última, Yuyito. La Pastora evangélica Irma la acusa de cobrar una luca y media verde por predicar y dar consejitos espirituales.

¡Uy! ¡Cayó en desgracia en cuanto dejó de ser aspirante a First Lady!

¿Saben por qué se terminó ese romance? Parece que hay una tercera en discordia.

¿Otra rubia pulposa?

Of course! Ese es el target. Una tal Rosemary…

¿La de “El bebé de Rosemary”? ¡Me da escalofríos!

No. Rosemary Maturana, la asesora de imagen del Presi.

¿Tiene asesora de imagen? ¿En serio? ¡No le luce, che!

Agrego un detalle. Se dice que esta señorita también tuvo un “touch and go” con Alverso, el anterior inquilino de Olivos.

¡Qué estómago!

No sé si es comparable, pero la misma ansiedad de saber quién será el nuevo Papa, a nivel local es quién será la próxima polola de Javi, ¿no?

Casas más, Casas menos, Igualita a mi Santiago. Quévachaché. Es lo que hay. ¡Tres empanadas! ¡Chin chin!