Como “polizones”: investigan las especies que viajan en las macetas

Científicos de la UNLP advierten sobre la introducción accidental de especies como planarias, babosas y caracoles

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Un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) investiga la introducción accidental de invertebrados mediante el traslado de plantas ornamentales. Se trata de un fenómeno ecológico silencioso, impulsado por el aumento del comercios hortícola, que puede alterar ecosistemas y afectar la biodiversidad, según se advirtió.

Los especialistas hacen hincapié en las planarias, babosas, caracoles, entre otros invertebrados, que suelen compartir el ambiente.

Lisandro Negrete, investigador del Museo de La Plata (UNLP-Conicet) explicó que “la gente los puede llegar a encontrar no solo en invernaderos o viveros, sino también en el fondo de su casa, donde hay troncos en descomposición, ladrillos, baldosas o lugares baldíos”.

Las planarias son organismos que no están adaptados a soportar la desecación (tierra seca) y durante el día son de difícil visualización. “Por eso, pasan más desapercibidos para la gente, porque no sólo los pueden llegar a ver durante la noche sino que también llegar a confundir con las babosas. Las planarias son más chatas”, explicó.

Estos pequeños animales se refugian en el sustrato húmedo que les proporcionan las macetas, funcionando como “microhábitats portátiles”. Este entorno les permite en ocasiones sobrevivir a pesticidas, soportar la desecación y otras amenazas, y facilita su desplazamiento a través de barreras ecológicas que, en condiciones naturales, serían infranqueables.

Sin embargo, la intervención humana -en este caso, mediante el comercio de plantas- permite que crucen dichas fronteras, se establezcan en nuevos territorios y prosperen”, agregó Diego Gutiérrez Gregoric integrante del equipo de investigación (UNLP, CONICET).

Según el monitoreo realizado, en la Región se han detectados especies exóticas, es decir, que no son nativas. En el caso de las planarias, también se corroboró que se han introducido en al menos siete países europeos.

En caso de tener contacto, Gutiérrez Gregoric recomendó: “No tocarlos sin protección. Usar guantes o una bolsa, así evitar el contacto de la baba con la boca o nariz. Utilizar un molusquicida. No tirarlos vivos a la basura porque eso favorece la dispersión.

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