Pitana tuvo una discreta labor y cortó mucho el juego

Por NICOLAS NARDINI
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La labor arbitral de Néstor Pitana se fue desdibujando con el correr de los minutos. No tuvo errores groseros, pero sí equivocaciones en cantidad. Y su principal punto negativo fue la exagerada cantidad de faltas que cobró: pitó 34.

De movida, Lucas Licht le gritó de todo y luego de ese episodio, quizás buscando cortar con las protestas, se la pasó sacando tarjetas. En total amonestó a 11 jugadores y expulsó a dos.

En general, estuvo extremadamente celoso en la sanción de faltas, muchas de ellas no merecedoras de ser pitadas. Su forma de dirigir conspiró contra el ritmo del partido.

Yendo a lo particular, acertó en la expulsión de Leo Jara y en el penal cobrado sobre Ezequiel Cerutti. El correntino llegó tarde al cruce sobre Mendoza y al arrojarse desde atrás impactó sobre el jugador y no alcanzó a tocar el balón. Roja de manual.

El penal sobre Cerutti que el propio Pocho cambió por gol también estuvo bien cobrado. Tony Medina calculó muy mal el cierre y dio de lleno sobre el delantero albirrojo. La falta fue dentro del área y el penal correctamente cobrado.

En la acción previa, los jugadores de Gimnasia reclamaron una falta en la mitad de la cancha que el juez mundialista no sancionó.

La expulsión de Coronel fue correcta, pero para ese momento el zaguero ya no tendría que haber estado en campo, porque minutos antes había cometido una fuerte falta sobre Martínez en el sector derecho de la defensa que era merecedora de la tarjeta roja. El misionero se equivocó claramente en esa acción.

La amonestación a Hilario Navarro fue demasiado tardía. El arquero había demorado de manera deliberada varios saques de portería y recién vio el cartón amarillo a los 19 minutos de la parte final.

El nerviosismo imperante entre los jugadores no lo ayudó en la conducción del partido. Por momentos se lo vio superado y eso se notó en la gran cantidad de faltas que cobró. Fue una manera de querer demostrar autoridad cuando la historia empezó a “picarse” más de la cuenta. En definitiva, de un árbitro mundialista y con la experiencia de Pitana, se esperaba mucho más. Si nivel fue discreto y apenas rozó el aprobado.