Borges y Hemingway: gatófilos famosos

"Más remoto que el Ganges y el Oriente/Tuya es la soledad, tuyo el secreto". Con estas palabras sentidas de su poema "A un gato", Jorge Luis Borges le cantó al misterio y la seducción de los felinos. Y no sólo eso. También tuvo un gato al que quiso mucho, de nombre Freya. Se sumó así a la larguísima lista de famosos admiradores de los gatos. Pero no fue el único escritor argentino en esa nómina, También en ella se contó a Julio Cortázar, quien tenía un gato al que bautizó "Teodoro Adorno" en homenaje al filósofo y sociólogo alemán del mismo nombre.

Otro escritor argentino amante de los gatos fue Osvaldo Soriano, quien acuñó la frase "todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y protege". Y esta otra: "Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo".

UNA CANCION PARA DELILAH

Fuera de nuestras fronteras, Ernest Hemingway llegó a tener más de 50 gatos en su Quinta Vigía, ubicada en una colina en las afueras de La Habana, en Cuba. A pesar de ser un tipo con fama de duro, se ponía sentimental a la hora de hablar de sus gatos a los que le cocinaba platos con mariscos y los llevaba a su cama a dormir.

Freddy Mercury, el cantante del grupo Queen, también era fanático de los gatos, al punto que le dedicó un tema a una de sus gatas (Delilah, del álbum Inuendo) y les dejó parte de su fortuna.

Pero la lista está lejos de agotarse en estos nombres. Por el contrario, la engrosan otros como los de Céline, Dickens y Colette, entre tantos otros.

Fuente: Asociación Argentina de Medicina Felina (www.aamefe.org)