4 de Enero de 2010 | 00:00
Minutos antes de las 14 de ayer, uno de los buzos que trabajaba en el río, frente al club de Regatas La Plata, salió a la superficie y dijo lo que nadie quería escuchar: a siete metros de profundidad había encontrado el cuerpo de Iván, el menor de 14 años que 44 horas antes había sido visto por última vez, en el agua, por sus tres amigos, uno de los cuales lo quiso salvar pero le resultó imposible.
La víctima, identificada como Iván Federico, tenía 14 años y el viernes cerca de las 18.30 desapareció. Se había tirado a nadar con tres amigos -en el sector denominado como Marina 4-, con quienes además había pasado el primer día del año en Regatas. Pero por motivos que son objeto de la investigación el adolescente se ahogó.
La angustia de los familiares y amigos del menor, así como la de las autoridades del club, duró 44 horas, hasta que ayer uno de los buzos que venía participando en los rastrillajes comunicó lo que, a pocas horas de la desaparición del menor, ya parecía irreversible.
Es que la desaparición, como se publicó en ediciones anteriores, se produjo en una zona muy complicada, donde inclusive está prohibido bañarse.
DETALLES DEL HALLAZGO
Ayer, en las aguas del río Santiago que se comunica con el Río de La Plata, volvieron a trabajar los buzos de Prefectura Naval, los bomberos y la policía de Ensenada, y se sumaron algunos efectivos de bomberos de Berisso. Además algunas embarcaciones particulares, de socios del club, también colaboraron en el operativo.
Los trabajos se reiniciaron a primera hora, cerca de las 7. El club había decidido anteayer cerrar las puertas a sus asociados para no entorpecer la búsqueda ordenada por la justicia platense.
De acuerdo a lo que informaron los voceros del caso, el cuerpo de Iván fue encontrado pasadas las 13.50 cerca de la boya número 18 -donde lo habían perdido de vista sus amigos que salieron del agua sin problemas-, cinco metros hacia el canal del Río Santiago.
Una vez hallado el cuerpo, los encargados del operativo reforzaron la zona con cabos para evitar que el rescate se complique. Unos minutos más tarde pudieron colocar el cadáver en un gomón.
Luego sí fue el turno del traslado del cuerpo de Iván a la sede de la Prefectura, que instruye un sumario en el cual ya fueron agregadas varias declaraciones.
Fuentes de Prefectura señalaron que Iván, contrariamente a lo que se pudo haber especulado, no estaba enganchado con ningún objeto que le haya impedido salir a la superficie. "Estaba apoyado en el fondo, a aproximadamente 7 metros, que obviamente no es plano. Por el contrario se trata de una zona blanda y fangosa, parecida a las playas de Punta Lara", explicaron los encargados de los rastrillajes.
"Hubo que trabajar con bastones con grampines que se sumergen en el lecho del río", indicaron los voceros del caso.
Mientras se desarrollaban las tareas en el agua, otro grupo de expertos comenzó a recorrer la costa, pensando que el cuerpo podría haber sido desplazado por el agua hacia otro sector. Sin embargo la posibilidad, explicaron, no era muy razonable si se tiene en cuenta la poca corriente que tuvo esa zona en las últimas horas.
AVISO A LA FAMILIA
Uno de los momentos más duros se vivió cuando los encargados del operativo le comunicaron el terrible hallazgo a los familiares y amigos de Iván, que habían seguido en el interior del club los rastrillajes.
Lo testigos de ese momento afirmaron que hubo llantos y abrazos entre los presentes, quienes aguardaban noticias desde temprano en el lugar.
Luego tomó conocimiento la fiscal Graciela Rivero, a cargo de la causa, quien se hizo presente para verificar el estado del cuerpo de la víctima. Más tarde, el cadáver fue trasladado a la sede de la morgue para la correspondiente operación de autopsia.
SEMISUMERGIDO
Los voceros de la investigación indicaron que el cuerpo del joven de 14 años estaba a siete metros de profundidad, “semisumergido en una zona fangosa y de mucho barro”.
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