La policía impidió ingresar a Redrado al Banco Central

El titular del Banco Central, Martín Redrado, denunció ayer penalmente al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, luego de que la Policía Federal le impidiera ingresar a sus oficinas en la entidad bancaria por entender que el fallo de la Cámara Federal lo había suspendido de esas funciones.

"La denuncia obedeció a que el domingo (por ayer) por la tarde personal policial le impidió el acceso, sin orden judicial, a sus oficinas en el Banco Central, alegando haber recibido una orden superior, no obstante admitir que Redrado era el presidente", sostuvo un comunicado de prensa.

Redrado asistió a la sede del BCRA en compañía de sus abogados y de un escribano público, quien dejó constancia de la prohibición de ingresar al edificio por parte de la policía, y luego realizó la denuncia en la Comisaría primera.

Fernández había advertido que Redrado no volvía "nunca más al Banco Central" e instruyó por pedido presidencial a las fuerzas de seguridad para que el economista no ingresara. De esta forma se montó un operativo a cargo de la Policía Federal que tenía como misión específica impedir su ingreso al edificio.

DEFINICIONES

De esta forma se inició una semana de definiciones sobre la situación de Redrado en el Banco Central ya que si bien el gobierno dijo que "no entrará nunca más" a la sede de la autoridad monetaria, el funcionario espera que el Congreso defina su futuro y había asegurado que presentaría a trabajar el lunes, actitud que adelantó ayer.

Autodenominado "El guardián de la reservas", en una columna de opinión que publicó ayer en un matutino, Redrado se aferra a la decisión del Congreso y recusa las críticas del oficialismo.

Mañana por la mañana se reunirá la Comisión Especial Bicameral (con mayoría opositora) que debe pronunciarse sobre la situación de Redrado, y si bien se estima que ese día no habrá definición, el oficialismo presiona para que se expida rápido.

OPERATIVO

Un operativo de no menos de veinte efectivos armados con bastones, escudos, cascos y chalecos antibala se encontraban en la puerta principal del Banco Central para impedir que el protagonista del conflicto con el Gobierno ingresara.

En tanto, cuatro efectivos policiales y dos carros de asalto permanecieron todo el fin de semana en la puerta del Banco, ubicado en Reconquista 266, a tres cuadras de la Casa Rosada, por si Redrado se presentaba en algún momento, cosa que finalmente concretó ayer.

INTERINO

Desde el último viernes, quien decide los ingresos en al Banco Central es el vicepresidente Miguel Angel Pesce, que ya firmó el acta que lo designa como presidente interino ante la Secretaría del Directorio en reemplazo de Redrado.

No obstante, Redrado sigue considerándose presidente de la entidad y, en una columna de opinión, defendió su gestión, repitió que sólo puede ser removido si el Congreso lo avala y contestó las duras críticas oficialistas al decir que no puede recibir "instrucciones del Poder Ejecutivo".

Así, Redrado se refirió al conflicto que mantiene en jaque su cargo, por su negativa a transferir las reservas solicitadas a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia para pagar las deudas de 2010.

"El presidente del Banco Central no puede hacer lo que quiere, sino lo que debe, dado que un exhaustivo cuerpo normativo delimita sus facultades y deberes", sostuvo.

Y agregó que se quedará al frente del Banco Central "hasta que el Congreso disponga lo contrario, para ser leal al interés general, a la misión que me impone la ley y a mis convicciones".

RESERVAS

En ese sentido, el economista recordó que uno de los principales objetivos de su cargo es "proteger las reservas internacionales del país" que "sirven como garantía de estabilidad monetaria, cambiaria y financiera".

"Este mandato no es pétreo: puede ser cambiado si la comunidad, a través de sus legisladores, decidiera asignar las reservas a otros fines. Por eso, desde el momento en que ingresó en el Banco el decreto sobre el Fondo del Bicentenario, se siguieron los procedimientos vigentes para su tratamiento", explicó.

Asimismo, Redrado señaló que la presidencia del BCRA toma una "importancia crítica" en un país donde la "inestabilidad caracterizó los 40 años previos a 2003".

Además, respecto a la andanada de críticas que partieron desde distintos sectores del oficialismo por su negativa, el titular del BCRA afirmó que no puede recibir "instrucciones" del Poder Ejecutivo.

"Si bien mi cargo no es elegido por el voto popular, recibe un mandato de la ciudadanía a través de sus representantes, los miembros del Congreso, al que debe ajustar sus decisiones. En consecuencia, por las atribuciones que le reserva la Carta Orgánica, no está expuesto al dilema de obedecer o rebelarse ante las instrucciones del Ejecutivo. Simplemente, no las puede recibir", remarcó Redrado.