De los cuentos de miedo, dicen, pocos generan más terror y espanto que el de los niños que se pierden. En la patria de la infancia, las historias de chicos extraviados, robados o abandonados en medio de un bosque misterioso son desde siempre las que más angustias generan entre el público infantil. Tal vez por eso, dicen, casi nada de más espanto que un cuento de miedo convertido en realidad: desde enero de 2000 hasta el 31 de octubre pasado, Missing Children de Argentina registró en la provincia de Buenos Aires un total de 3.933 casos de chicos perdidos, de los cuales 133 siguen sin resolverse. De ese centenar de menores que nadie sabe dónde están, siete son de nuestra ciudad. Y todos, los aparecidos y los que aún no lo hicieron, forman parte de una problemática que crece a pasos atemorizantes y que, según las entidades que tratan el tema, en la mayoría de las historias tiene una raíz común que para nada es cuento: la pobreza y la marginalidad.
“Aún faltando días para terminar el año, en 2010 ya registramos un incremento de casos del 16% con relación a otros años”, dicen en Missing Children Argentina
A nivel nacional, el drama sumó en la última década un total de 5.748 casos, de los cuales algo más de 200 todavía no se esclarecieron. "No tenemos la cifra exacta de cuántos chicos hay perdidos hoy por hoy en todo el país -apunta Lidia Grichener, responsable de Missing Children en Argentina-, pero podemos decir que buscamos a la fecha unos 226 chicos, de los cuales 133 son del territorio bonaerense y, de ellos, siete tienen domicilio en La Plata".
Según la ONG que se ocupa de localizar chicos extraviados aquí y en el resto del mundo, la mayoría de los menores perdidos de nuestro país es de la provincia de Buenos Aires y, en este último tiempo, los principales grupos de riesgo están compuestos por menores de 10 años y personas con discapacidad. A nivel nacional, la problemática se registra principalmente en los grandes centros urbanos como la capital federal y las grandes ciudades de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Neuquén.
"Este año recibimos 656 denuncias de la provincia de Buenos Aires, y en la mayoría de los casos notamos que hay una tendencia a que las edades de los extraviados sigan bajando", aporta Grichener, quien agrega además otro dato inquietante: "Aún faltando días para terminar el año, en 2010 ya registramos un incremento de casos del 16% con relación a otros años".
ALGUNAS RAZONESNo son pocos los especialistas en el tema que aseguran que en este último tiempo hay un grupo de riesgo que cada vez es mayor: el que está expuesto al consumo de droga. Según se explica, la aparición del paco en nuestra región intensificó y masificó los casos. Se trata de una droga barata que genera una fuerte dependencia y el tiempo entre consumo y consumo es muy corto. Para las autoridades de Missing Children, de todos modos, "sin duda que el desmembramiento de muchas familias genera que esta realidad se acreciente todavía más".
De los chicos perdidos actualmente en nuestro país, cerca del 60% tiene entre 13 y 17 años, hay un 13% que tiene entre 0 y 6 años y más del 60% son de sexo femenino. Además, de los 5.748 casos denunciados desde el año 2000 a la fecha, cerca del 70% son de la provincia de Buenos Aires y apenas un 12% del interior del país.
De acuerdo a lo apuntado desde Missing Children, una de las situaciones que cambió en los últimos años es la edad en la que los chicos se van de la casa: "antes pensábamos casi siempre en mayores de 13 años -dicen-, mientras que ahora tenemos chicos que ya se van a los 10 años".
La preocupación actual de aquellos que trabajan con la problemática parte de una realidad que consideran alarmante: la falta de organización a la hora de rastrear a los menores. Una de las cosas que más preocupa, reconocen, es que los chicos se encuentran por casualidad, porque alguien vio la foto publicada y avisa a la ONG o porque se recibe un mail pidiendo colaboración en una búsqueda y por otro lado se recibe el pedido de localizar a la familia de un menor, pero no hay investigación profunda ni se entrecruza la información; no se trabaja en red, las distintas dependencias que trabajan con menores no están intercomunicadas y las fuerzas de seguridad no suelen manejar la misma información.
Desde Red Solidaria, por ejemplo, otra ONG que colabora con Missing Children en la búsqueda de chicos, se explica que existen dos razones para el aumento de personas extraviadas en nuestro país: "Por un lado, porque Missing Children y Red Solidaria posiblemente pasaron a ser un lugar de referencia para las mamás y los papás que pierden a su hijo y cada vez son más los menores que se encuentran. Por otro lado, la familia argentina, de cualquier forma que esté constituida, pasa por una crisis de valores que afecta la relación entre padres e hijos".
ALGUNOS CONSEJOSA la hora de brindar consejos ante la perdida de un hijo, desde Missing Children se explica que lo primero es mantener la calma "para ser lo más expeditivo posible". Lo que sigue es rastrear entre amigos y familiares, después contactarse con la Policía para saber si está detenido o en un hospital y, por último, hacer la denuncia de manera urgente.
Las distintas ONG's que buscan menores perdidos en el país recomiendan adoptar algunas medidas que podrían resultar importantes en caso de que un hijo fuese secuestrado. Se remarca así la conveniencia de contar con fotos de los chicos tomadas cada seis meses; contar con una ficha odontológica actualizada; tener un informe médico del chico en el que consten manchas de nacimiento o cualquier signo por el cual pueda ser identificable: marcas de vacunas, cicatrices, tatuajes y las radiografías que hubiesen sido tomadas en caso de fracturas; y hacer tomar a los pequeños en las comisarías del barrio las huellas digitales, las que, como la policía no las guarda, deberán quedar en poder de los padres.
Según las autoridades de Missing Children, además, un tema que preocupa bastante en este último tiempo "es el aumento de adolescentes que a través del chat conocen gente que las engaña con falsas promesas. Los padres deben saber qué es lo que pasa cuando un menor sube una foto a una red social y la comparte con personas que ni siquiera conoce . Es importante cuidarse, tener un uso responsable de Internet".
En diez años, 73 chicos denunciados en Missing Children aparecieron muertos. Y un porcentaje más que llamativo (casi el 20%) corresponde a casos donde los padres secuestran a sus hijos después de una separación. Son padres que usan a sus hijos como rehenes y los ponen en medio de sus disputas. En la ONG todavía recuerdan el caso de un padre que llevó a sus hijos al cementerio y les señaló la supuesta tumba de su madre para hacerles creer que no debían guardar ninguna esperanza de volverla a ver. Se trató de una mentira. La madre los buscaba y al final, luego de ver sus caritas en un aviso, los encontró.
"Este año recibimos 656 denuncias de la provincia de Buenos Aires, y en la mayoría de los casos notamos que hay una tendencia a que las edades de los extraviados sigan bajando", aporta Grichener, quien agrega además otro dato inquietante: "Aún faltando días para terminar el año, en 2010 ya registramos un incremento de casos del 16% con relación a otros años".
La preocupación actual de aquellos que trabajan con la problemática parte de una realidad que consideran alarmante: la falta de organización a la hora de rastrear a los menores. Una de las cosas que más preocupa, reconocen, es que los chicos se encuentran por casualidad, porque alguien vio la foto publicada y avisa a la ONG o porque se recibe un mail pidiendo colaboración en una búsqueda y por otro lado se recibe el pedido de localizar a la familia de un menor, pero no hay investigación profunda ni se entrecruza la información; no se trabaja en red, las distintas dependencias que trabajan con menores no están intercomunicadas y las fuerzas de seguridad no suelen manejar la misma información.
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