La madre y una allegada del joven de 19 años, que se encuentra gravemente herido. Recibió dos tiros en la espalda
5 de Febrero de 2011 | 00:00
Un policía bonaerense reconoció que disparó escopetazos con perdigones de plomo en los enfrentamientos por los que murieron dos jóvenes, el jueves pasado, en la localidad bonaerense de José León Suárez, tras el descarrilamiento de un tren, el cual todavía no se estableció si fue intencional, informaron fuentes judiciales.
Para avanzar en la pesquisa, el fiscal de San Martín Marcelo Sendot ordenó el secuestro de 45 armas largas y de puño utilizadas por la Policía y tomó testimonios a vecinos de la zona para establecer cómo ocurrieron los hechos.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, aseguró que un policía informó a sus superiores que efectuó disparos con una escopeta con perdigones de plomo, pero explicó que la fuerza acude a ese tipo de operativos con cartuchos de posta de goma.
"Sólo un oficial a cargo podrá tener un arma de más poder, pero fuera de la contienda. En este caso, al recibir el tiroteo con arma de fuego, un policía manifiesta que tomó un cartucho de perdigón (de plomo) y se defendió y ese es el policía que quedó a disposición de la Justicia", explicó Casal.
Fuentes judiciales explicaron que éste y todos los policías que concurrieron a reprimir los desmanes "están identificados", pero por ahora ninguno fue demorado y se aguardará a recolectar más pruebas para decidir si se les imputa algún delito.
INTERROGANTE
Respecto del tren, los investigadores recorrieron ayer por la mañana el lugar donde quedó la formación y señalaron que "hay dudas sobre si fue descarrilado en forma intencional, porque no se encontraron elementos como piedras o troncos".
"Eso ocurrió en otro hecho, además el maquinista no refiere que le hayan cruzado algo", dijo uno de los pesquisas, que explicó que de los 32 vagones del tren se salieron de las vías los 7 últimos.
En base a la reconstrucción de los hechos que hizo la Justicia, luego del descarrilamiento, jóvenes de la villa La Cárcova abordaron al maquinista, quien detuvo totalmente la formación, y abrieron con fines de robo un contenedor que estaba precintado y contenía repuestos.
Ante esa situación, efectivos policiales intervinieron para evitar el robo de las piezas y se produjo un enfrentamiento en el que hubo golpes, pedradas, palazos y disparos que aún no se pudo determinar de dónde partieron.
LAS VICTIMAS
Luego del enfrentamiento, Gabriel Ramos (17) llegó muerto a un hospital de la zona y Franco Almirón (16) herido gravemente de bala a otro centro asistencial, donde finalmente falleció.
En tanto, Joaquín Romero (19) fue baleado en la espalda y permanecía anoche internado en grave estado.
Para Casal, el descarrilamiento del tren fue consecuencia del accionar de una "banda organizada", y aseguró que desde 2006 a la fecha se registraron seis ataques de esta naturaleza (ver aparte).
"Tal vez ayer -por el jueves-, sabiendo que a pocos metros habían asesinado a un policía y estaba todo el personal con ese tema, es probable que esa disuasión haya mejorado la organización del asalto a este convoy que traía repuestos de automotores y alimentos", estimó el Ministro.
Casal dijo que fue un hecho "planificado". "Descarrilaron un tren con piedras y troncos, un grupo de personas abordó el tren, y otro grupo amedrentaba con armas al personal del mismo. Luego, cuando se presentó la Policía, los atacaron a tiros", afirmó.
PRUEBAS
Peritos de Gendarmería trabajaron en la zona cercana al tren descarrilado y levantaron en el lugar del hecho vainas servidas y plomos.
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