Israel y Hamas concretaron el histórico canje de presos

BASE AEREA TEL NOF, Israel.- Delgado, cansado y aturdido, el soldado israelí Gilad Shalit (25), que estuvo más de cinco años cautivo en la Franja de Gaza en poder del grupo integrista islámico Hamas, regresó ayer a Israel, en la primera fase del canje por más de mil prisioneros palestinos, cuyas familias los recibieron con celebraciones masivas.

Shalit fue entregado a mediadores egipcios por milicianos de la Franja de Gaza que vestían máscaras negras y cintas verdes en la cabeza. Después de un examen médico, los funcionarios israelíes afirmaron que Shalit mostraba indicios de desnutrición y su padre dijo que necesitará tiempo para recuperarse de las heridas psicológicas y físicas. Un total de 477 palestinos fueron trasladados desde cárceles israelíes a los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza, donde hubo festejos multitudinarios en los que ondearon las banderas verdes de Hamas. El resto de los prisioneros -unos 550- serán liberados en una segunda fase en dos meses más.

FESTEJO EN GAZA

En la ciudad de Gaza, decenas de miles de personas abarrotaron un terreno donde se instaló un gran estrado con un mural que representaba la captura de Shalit durante una incursión en junio de 2006 a una base militar israelí cerca de la frontera con la Franja de Gaza. Algunos militantes presentes entre la multitud exhortaron a los milicianos a que capturen más soldados para hacer intercambios similares en el futuro.

Antes de ser transferido a Israel, Shalit dio una entrevista breve a la televisión egipcia y dijo sentirse "muy feliz" con su liberación, además de añorar a su familia y amigos. Pensaba que permanecería cautivo "muchos más años" y temía, desde que fue informado la semana pasada del canje, que fracasara por problemas de último momento. Después fue trasladado en helicóptero a una base de la fuerza aérea en el centro de Israel para reunirse con su familia y el primer ministro Benjamin Netanyahu.

El premier israelí expresó que comprendía la congoja de los familiares afectados por la violencia terrorista palestina, pero insistió en que las circunstancias no le dejaron otra alternativa. Netanyahu advirtió a los insurgentes palestinos liberados en el canje que serán castigados si vuelven a la violencia. Unos 300 de ellos cumplían cadena perpetua por haber perpetrado atentados en los que murieron ciudadanos israelíes, en su mayoría civiles.

Después de una jornada tumultuosa, que incluyó un emotivo reencuentro con su familia, Shalit fue llevado en un helicóptero militar a su ciudad natal de Mitzpe Hila, en el norte de Israel. Miles de personas se agolparon en las calles y se pararon en los techos para celebrar el paso de Shalit. La multitud extasiada cantaba, ondeaba banderas israelíes, abría botellas de champán, se abrazaba y lo aplaudió. Sonriente, Shalit saludó brevemente a la multitud antes de ingresar a la casa de su familia.