El Guinness le queda chico: ¿Vale la pena seguir discutiéndolo?

Hoy, mañana, el miércoles que viene, cualquier día Lionel Messi puede convertirse en un acontecimiento histórico. Por sí sólo, asombrando a todos con cada gambeta, captando incrédulos con el gol impensado, el argentino no nos deja de asombrar. Ahora, hace pocas horas, decidió que el 7 de marzo de 2012 quede incorporado a las páginas de oro del fútbol, que lo tienen como protagonista fundamental desde aquel día que dejó Rosario para conquistar el mundo.

Después de los tres tantos con la Selección de Sabella en el partido con los suizos, se tomó un descanso forzado: a raíz de una suspensión no pudo estar el sábado ante Sporting Gijón. La Pulga se lamentó porque siempre quiere estar, pero tomó fuerzas para el próximo desafío, el partido con el Bayer Leverkusen en el mismísimo Camp Nou. Y vaya si lo logró. Los alemanes pagaron los platos rotos recibiendo una soberana paliza del Barcelona y una demostración de la grandeza del jugador argentino, que una vez más demostró que está más cerca del Guinness que de los libros del fútbol.

A SUS PIES

Con sólo 24 años de edad, Lío una vez más puso el mundo a sus pies convirtiendo en cinco ocasiones, por primera vez en su carrera profesional y logrando lo que nadie en más de 50 años del certamen, que cuando comenzó a jugarse se denominaba Copa de Europa.

El marcador final dejó a las claras que no fue ni partido. Los integrantes del Bayer fueron sólo parte de la escenografía y se dedicaron a ver pasar una y otra vez al genio rosarino que esquivó con maestría hasta los foules. El "10" se paseó glorioso frente a su tribuna, mientras las cámaras trasladaban cinco y mil veces al planeta las dedicatorias del goleador a Celia, su abuela fallecida, la que lo acompañaba en sus comienzos de cebollita.

¿Hay algo para discutir acerca de Messi? Sí. Por ejemplo saber cuál será su próxima proeza o hasta donde escalará en la nómina de goleadores. También podríamos establecer alguna disputa en torno a qué récord le hará disfrutar al Barcelona o hasta a qué cantidad de títulos llegará defendiendo sus colores. Después, nada más. Es el mejor del mundo, apunta a constituirse en el goleador de todas las épocas y lidera una expresión futbolística única, jamás vista hasta ahora como es la escuadra catalana.

Las comparaciones quedarán para otra oportunidad. Porque sería realmente absurdo detenerse a examinar el "eficientómetro" que permita determinar similitudes y diferencias con los otros grandes del fútbol de siempre. Nadie podrá ignorar a Maradona -genio y figura por siempre-, tampoco a Pelé, Di Stéfano, Cruyff, o Puskas. Pero constituiría hasta una pérdida de tiempo meterse en esa disputa de talentos.

¿Que le falta ganar un Mundial? Puede ser, aunque tampoco eso sería definitivo para quitar o agregar méritos a una campaña extraordinaria, sin fisuras, ascendente y al parecer interminable. Hay mucho exitismo y mucho de bronca en las afirmaciones de Pelé sobre el tema. O'Rey ya había tenido dudas sobre Maradona y por eso no asombra que ahora intente instalarlas con el rosarino.

Los pergaminos sobran y en materia de goles hay estadísticas que dejan sin palabras a cualquiera: lleva 49 tantos en la Liga de Campeones; igualó a Di Stéfano en la Copa Europa; está a siete conquistas de César, el goleador histórico del Barca; en la temporada 2010/11 convirtió 53 veces y ahora lleva 48 gritos en 42 partidos. Pero hay más: en dos oportunidades convirtió cuatro veces en un solo partido y tiene 14 hat-tricks, además de haberse convertido en el máximo astillero en tres ediciones de la Liga de Campeones.

ELOGIOS

Los diarios del mundo y las redes sociales estuvieron dominados por Messi, instalándolo como el tema del momento a nivel mundial ni bien finalizó la goleada del miércoles. Y como no podía ser de otra manera el "mundo-fútbol" se fue en elogios: Wayne Rooney, el famoso delantero del Manchester United, dijo por ejemplo que "Messi, es una broma. Para mí es el mejor de todos". Mientras que Gary Lineker, contemporáneo de Maradona, afirmó que la Pulga "es el talento más grande que he visto". En tanto, Ronaldo, a su manera, gritó a los cuatro vientos: "Es el ejemplo que deben seguir los más chicos. Tomen niños del Twitter: Messi juega para el carajo".

¿Algo más? No, por ahora. Está "casi" todo dicho, Y tanta cautela se debe a que a lo mejor mañana, el domingo o el miércoles que viene este chiquitín que parece de otra galaxia, pero afortunadamente es argentino, vuelve a frotar la lámpara y nos vuelve a dejar con la boca abierta.