“Tuvo una rápida asistencia”

Por MATIAS ZUCCHERI

Diego se golpea la rodilla y por eso entro a la cancha. Enseguida me acuerdo que había tenido una lesión en la misma rodilla, nada importante: distensión de ligamentos leve. Por eso consensuamos de sacarlo, por el riesgo de su rodilla. Jamás me dice algo de un golpe abdominal ni en sus costillas.

Al rato me llama Mario Barandiaran para avisarme que se sentía mal. Le baja la presión. Interpretamos que le había bajado la presión por la lesión en la rodilla. Por suerte me ayudan su papá y su tío, porque en ese momento me llaman desde la cancha. Enseguida sospechamos que pasaba algo en la zona abdominal. Es normal que no le haya dolido. En general, no digo siempre, el bazo se rompe en dos tiempos. Y empieza a sangrar varios minutos después.

De haber seguido jugando no hubiésemos tenido a mano el pensamiento que era la panza, pero no dramatizaría. Seguro que la repercusión hubiese sido otra. Era más dramático, desde el entorno.

De inmediato pudimos contenerlo. Algo estaba pasando y no era bueno. Como había tiempo decidimos llevarlo al Hospital Español. No era que estaba para pasear, porque si el jugador era de Capital Federal no podía volver a su casa. Es más, si el partido se hubiese jugado a 100 km de un hospital no sé qué pasaba.

No va a tener problemas para seguir hacer una vida normal y seguir jugando. Estará medicado aproximadamente dos años. Dese el punto de vista médico no va a tener problemas.

Si bien el bazo realiza múltiples funciones conocidas, como ayudar a la inmunización, sin él se puede seguir haciendo una vida normal. Y mucho más él, que es muy sano, ordenado y gran deportista.

(*) Ex jugador y médico del plantel Superior de La Plata.
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