Lugano, terrible patadón y una amarilla increíble

Hacía poco que el segundo tiempo estaba en curso. No había pasado mucho, salvo unos reclamos de los uruguayos por una patada de Javier Mascherano a Diego Forlán. El de la tele dice: “Se calentó el partido”. A priori, nada hacía presagiar lo que pasó a continuación...

Contragolpe de Uruguay. Pase largo para Diego Lugano, sale Chiquito Romero y se queda con la pelota. Pero apareció el defensor, con su pierna izquierda estirada que impactó en la cara del arquero, para sorpresa e indignación de todos los presentes.

En Uruguay, Angola y Tonga, esa infracción es roja directa. En Argentina no. Porque el árbitro brasilero Duaven, después de varios minutos de empujones y ajusticiamientos, solo le mostró la tarjeta amarilla. Sí, ni siquiera una patada criminal en la cara de un jugador fue merecedora de tarjeta roja. Un error de los muchos que tuvo el árbitro de la noche mendocina. Eso sí, la amarilla lo marginó del próximo partido Charrúa.

Más tarde, culpa de esa jugada violenta en la que estiró la pierna, Lugano tuvo que dejar la cancha con una dolencia muscular.