A partir del retiro, consagrado a la oración en un monasterio

CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo cuando comience la llamada “Sede Vacante”, y una vez que haya un nuevo Papa se retirará a un monasterio de clausura dentro del Vaticano, según anunció el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

La Sede Vacante, es decir, el tiempo que transcurre desde que un Papa fallece o renuncia, como ha anunciado Benedicto XVI, hasta que se elige al sucesor, comenzará el 28 de febrero de 2013 a las 20.00 de Roma (16.00 hora argentina), según anunció el propio pontífice en su carta de renuncia.

En ese momento, Benedicto XVI se trasladará a la residencia de los Papas de Castel Gandolfo, al sur de Roma.

Durante el tiempo de Sede Vacante se realizarán obras de acondicionamiento del departamento papal. Una vez que el cónclave de cardenales haya elegido a un nuevo Pontífice, Benedicto XVI tiene previsto pasar el resto de sus días en un monasterio de monjas de clausura dentro del Vaticano.

El monasterio “Mater Ecclesiae”, futura casa de Ratzinger y que actualmente está siendo reacondicionado, fue construido en 1992 por deseo del predecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, y se encuentra en una zona apartada de los jardines vaticanos.

Benedicto XVI tiene previsto pasar el resto de sus días en un monasterio de monjas de clausura dentro del Vaticano

El edificio consta de cuatro plantas y entre el segundo y tercer piso hay doce celdas monásticas, mientras que en la parte baja del edificio se hallan el refectorio (comedor), la cocina y la enfermería, entre otras dependencias.

La parte de nueva construcción tiene dos niveles y cuenta con una superficie de 450 metros cuadrados, que alberga la capilla y el coro, así como una la biblioteca en la planta superior. La única decoración con la que cuenta el edificio son las vidrieras artísticas y los decoraciones sacras, con motivos de inspiración contemplativa.

Con la construcción de este convento, se cumplió el deseo de Juan Pablo II de contar con un espacio que albergara un convento internacional para la vida contemplativa, en el que las monjas pudieran rezar por el Papa y por la Iglesia.

En los últimos veinte años se han alternado en este convento diferentes órdenes de monjas de clausura, primero las clarisas (de la Orden de Santa Clara), después las benedictinas y las visitadoras, que en noviembre de 2012 tuvieron que dejar el monasterio debido a los trabajos de reestructuración.

En los jardines del monasterio pueden hallarse limoneros con los que las monjas elaboran mermelada y licores.

Será en este lugar donde Ratinzger, un calificado teólogo que empezó en las facultades de teología alemanas, primero como estudiante y después como profesor, y culminó en El Vaticano, a donde llegó como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe para convertirse luego en el Papa Benedicto XVI, decidió pasar lo que le resta de vida, consagrado a servir a los fieles desde la oración.

Ahora que ha tomado esta importante decisión en su vida, al renunciar al Papado, muchos analistas destacan especialmente su carácter de teólogo y, sobre todo, la gran humildad personal que ha mostrado durante su pontificado y que, según el presidente de la Conferencia Episcopal alemana Robert Zollitsch, es lo que le ha llevado a renunciar cuando las fuerzas empezaron a faltarle.