Sorpresa mundial y respeto por la decisión que tomó el papa Benedicto

EL PAPA CON BARACK OBAMA Y SU ESPOSA MICHELLE, DURANTE UNA REUNIÓN QUE MANTUVIERON EN JULIO DE 2009 EN EL VATICANO

El sorpresivo anuncio de la renuncia del Papa Benedicto XVI, la primera en más de 600 años, generó ayer reacciones entre líderes de todo el mundo y representantes de la Iglesia Católica.

Líderes europeos reaccionaron con sorpresa y respeto a la inesperada decisión de Joseph Ratzinger, de quien destacaron su “valor” y “trabajo incansable”.

El primer ministro italiano, Mario Monti, se mostró sorprendido y conmocionado por la decisión del Papa de dejar su pontificado el 28 de febrero por motivos de edad y por no poder “ejercer bien el ministerio” que le fue encomendado. “Estoy muy conmocionado por esta inesperada noticia”, dijo Monti desde Milán, mientras que el presidente italiano, Giorgio Napolitano, alabó al Papa por su “gran valor” y le manifestó “el mayor respeto”.

El rey Juan Carlos I de España expresó su reconocimiento a la labor y la entrega del Papa alemán durante sus casi ocho años de pontificado y destacó la “especial relación” que mantuvo con su país, “reflejada en las tres memorables visitas” que realizó.

La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su “más profundo respeto” por la decisión del Papa: “Benedicto XVI tomó su decisión en bien de su Iglesia y de las personas que la integran”, declaró Merkel, de confesión protestante y quien elogió el diálogo entre las iglesias impulsado por Benedicto XVI.

La mandataria de Alemania -país natal de Ratzinger-, fue crítica con su compatriota en 2009, cuando exigió al Vaticano explicaciones por haber revocado la excomunión a cuatro obispos, entre ellos el obispo Richard Williamson, negador del Holocausto. También se refirió al tema el primer ministro británico David Cameron, quien afirmó que el Papa “trabajó de forma incansable para fortalecer las relaciones entre Gran Bretaña y la Santa Sede”.

Desde París, el mandatario François Hollande consideró la decisión del Papa “respetable”, aunque no quiso extender su opinión al respecto: “No me corresponde a mí hacer comentarios sobre esta decisión que pertenece a la Iglesia”, precisó. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que respeta “profundamente la decisión del papa Benedicto XVI, especialmente al no seguir la tradición”, y remarcó que el pontificado de Ratzinger “fue corto, pero muy difícil”.

Desde Estados Unidos, el presidente Barack Obama valoró la “labor conjunta” de su gobierno con Benedicto XVI y elevó plegarias en su nombre, tras la sorpresiva renuncia del sumo pontífice, según indicó en un comunicado la Casa Blanca. La Iglesia Católica “juega un papel crítico en Estados Unidos y en el mundo y les deseo lo mejor a quienes pronto se reunirán para escoger al sucesor de su santidad el Papa Benedicto XVI”, agregó.

En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó el “gran respeto” que siente por Benedicto XVI y por su trabajo en favor del diálogo interreligioso y otros retos globales”.

En este marco, no tardaron en producirse las reacciones de representantes de la Iglesia Católica, que cuenta con más de 1.100 millones de seguidores en todo el mundo. Así, los obispos españoles aseguraron estar “afectados” y sentirse “como huérfanos” ante la decisión de Benedicto XVI. “Nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su cercanía paternal”, dijo Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal arzobispo de Madrid y amigo personal de Joseph Ratzinger.