Paso a paso, el proceso para elegir el nuevo Papa

El período de “sede vacante” comenzará el 28 de febrero, cuando Joseph Ratzinger deje formalmente el cargo. En ese lapso llamado “interregnum”, el cardenal camarlengo, el salesiano Tarcisio Bertone, estará en forma interina al frente de la Santa Sede y convocará a un cónclave de unos 120 cardenales electores (menores de 80 años), probablemente para mediados de marzo.

La elección no tiene plazos: puede durar horas, días o semanas. Cada uno vota por el cardenal que prefiera y debe hacerlo en una papeleta con letra distinta a su caligrafía habitual.

El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina, donde los electores tienen prohibido todo contacto con el mundo exterior, incluso hablar por teléfono y recibir correspondencia o mails.

Hay rondas de votación diarias. Se requieren dos tercios de los votos para ser elegido Papa. Después de cada elección se queman las papeletas. Si de la quema sale humo negro (fumata negra), no se ha elegido pontífice. Si el humo es blanco (fumata blanca) significa que se eligió nuevo Papa.

Una vez que el elegido “acepta su elección canónica” como Sumo Pontífice, el primero de los diáconos -cardenal Protodiácono- anuncia desde el balcón de la Basílica vaticana la elección del nuevo Papa con la tradicional fórmula: “Nuntio vobis gaudium mágnum: Habemus Papam!” y este último imparte la bendición “Urbi et Orbi”.