El barrio del dolor

EL SANTUARIO DONDE LOS FAMILIARES Y AMIGOS RECUERDAN A LAS VÍCTIMAS DE LA TRAGEDIA DE ONCE

La estación de Once y sus inmediaciones están signadas por la tragedia. En poco más de siete años, ocurrieron allí dos “accidentes” que conmovieron a los argentinos. El primero de ellos fue el del boliche República Cromañón, que se incendió el 30 de diciembre de 2004 y dejó 194 personas muertas.

Por eso la zona, una de las más sórdidas de la Capital, se convirtió en un lugar de procesión de familiares y amigos de las víctimas de ambas tragedias. Es que a menos de una cuadra del andén 2 de Once se levanta el santuario de Cromañón, en tributo a quienes son considerados allí como “los ángeles del rock”.

Las muestras de dolor, bronca e indignación conviven en Once con decenas de personas que duermen en las calles, solamente arropadas por algún colchón viejo y sucio. También comparten el espacio público con personas que ejercen la prostitución en la Plaza Miserere y sus adyacencias.

La presencia del Estado se nota en la reapertura de la calle Bartolomé Mitre, frente al santuario de Cromañón; en la restauración de la plaza y ahora de la estación donde, según pudo constatar EL DÍA, se instalaron nuevos molinetes y se refaccionaron los andenes. Aunque el contexto social sigue siendo el mismo de siempre.