Una sesión con insultos, ofensas y fuertes reproches

Por MARIANO SPEZZAPRIA

Estaban todos sentados en la mesa central del plenario de comisiones en el que se debatía el acuerdo con Irán, aunque en la punta más alejada de donde se sentó el canciller Héctor Timerman. Sin embargo, el sitio en el que se encontraban estos diputados se convirtió en el más caliente del encuentro legislativo.

Es que, a pocos metros de distancia, se ubicaron los kirchneristas más acérrimos, como Andrés Larroque, y macristas como Laura Alonso. Los cruces entre ambos venían siendo picantes, aunque en un momento el legislador se desbarrancó: “Callate atorranta”, le espetó el camporista a su colega porteña.

Elisa Carrió: “Usted me ha entregado y entregó al pueblo hebreo y argentino”

Entonces Alonso se levantó de su silla indignada y le pidió a los gritos a Larroque que repitiera lo que le había dicho con el micrófono abierto, pero el diputado se negó con un gesto de desdén. “Hablá ahora. Son un cagón, un cobarde”, reaccionó la legisladora del PRO.

Según pudo saber EL DÍA, hoy se planteará en el recinto de la Cámara de Diputados -si es que el oficialismo consigue el quórum necesario para sesionar- una cuestión de privilegio para repudiar los dichos de Larroque, que será acompañada por todos los bloques de la oposición.

El violento cruce verbal entre ambos diputados reflejó crudamente la aversión que sienten los kirchneristas por el macrismo. Y viceversa. En ese contexto, también se registró un enfrentamiento entre el diputado Roberto Feletti y el legislador porteño Sergio Bergman. El rabino se hizo presente en el Congreso y le enrostraron su silencio frente a la designación del comisario Jorge “El Fino” Palacios como jefe de la Policía Metropolitana.

Las peleas entre kirchneristas y macristas habían tenido un primer capítulo protagonizado por el canciller Timerman y el diputado Federico Pinedo. “Usted me ha ofendido en lo profundo de mi ser, vergüenza tendría que tener”, arremetió el funcionario luego de que el legislador preguntara por qué se había firmado el memorando con Irán el Día del Holocausto. “Retire sus palabras. Me voy a quedar hasta las dos de la mañana hasta que retire sus palabras”, vociferó Timerman.

Otro momento de tensión se registró cuando la diputada Elisa Carrió apeló a un lenguaje intimista para dirigirse a Timerman, a quien acusó: “Usted me ha entregado y entregó al pueblo hebreo y argentino”.

La legisladora desplegó su reconocida capacidad oratoria para asegurar que se sentía una “judía espiritual” y que se sintió traicionada por el pacto que firmó el Canciller, que alguna vez fue su amigo personal.