Hace 40 años un equipo fantasma vencía la altura

ENFOQUE
Por EDUARDO TUCCI

Las peripecias generadas por la altura han sido motivo de preocupación cada vez que un equipo argentino tuvo que medirse en La Paz. Pero hubo un plantel nacional que pasó a la historia por protagonizar un episodio inédito que tuvo como protagonistas decisivos a dos hombres muy vinculados al fútbol de nuestra Ciudad.

Hagamos historia. Este 2013 se cumplen 40 años de “el equipo fantasma”, un grupo de futbolistas al que se identificó de esta manera por estar 75 días recluido en Tilcara, lejos y hasta en alguna medida olvidados por todos, con la misión de entrenarse en la altura para conseguir ante Bolivia la victoria que le posibilitara a nuestro equipo nacional poder ingresar al Mundial que se jugó en Alemania en 1974.

La Argentina quería organizar el Mundial 1978 y competía para ello con Brasil. Para alcanzar tal objetivo resultaba imprescindible poder clasificar para el Alemania. Cuatro años antes Adolfo Pedernera, con toda su experiencia a cuestas, había intentado infructuosamente clasificar para el Mundial del ´70 y por eso la situación resultaba a todas luces apremiante.

Omar Sívori estaba a cargo de la Selección cuando surgió la idea de recluirse en la altura varias semanas para “aclimatarse” antes enfrentar el decisivo partido con los bolivianos. Pensó para conducir dicho operativo en el capacitado adiestrador platense Miguel Ignomiriello, quien de inmediato puso manos a la obra después de elegirse Tilcara, en la Provincia de Jujuy, como lugar de concentración inicial por sus 2.500 metros sobre el nivel del mar.

El equipo contaba entre sus integrantes a figuras de aquella época como Mario Kempes, Marcelo Trobbiani y Ricardo Bochini que brillaban en sus respectivos equipos y garantizaban la cuota de fútbol indispensable para afrontar tamaña empresa.

La permanencia en la provincia jujeña no resultó fácil y según cuenta en su autobiografía el Matador cordobés, estuvieron alojados “en un hotel de mala muerte” lo que no impidió someterse a una rutina de trabajo severa y permanente.

En aquella excursión abundaron los problemas como, por ejemplo, la suspensión de dos encuentros amistosos en Tarija a lo que se sumaron inconvenientes con la alimentación y hasta algunas bajas como las de Juan José López -el mismo del fatídico descenso de River-, y Reinaldo Merlo quienes no se adaptaron a la altura por lo que debieron volverse a Buenos Aires.

Pese a aquel grupo en algún momento pareció abandonó a la buena de Dios, cada uno de sus integrantes se empeñó en poner lo mejor de sí hasta llegar al día más esperado: el 23 de septiembre de 1973, la fecha señalada para el decisivo choque con la escuadra del Altiplano.

Y a esta altura de la historia aparece en escena la otra pata platense. Los argentinos ganaron aquel partido por 1-0 y el gol del triunfo lo convirtió Oscar Fornari, “Pamperito” para los hinchas del Lobo que disfrutaron de sus disparadas y su buena puntería un par de años después.

El sanjuanino Fornari recordaría a propósito de su incursión en aquel equipo que “ese gol fue el más importante de mi vida” además de destacar que “entrenamos cuarenta días en Jujuy, Perú, Costa Rica y La Paz, y estuvimos algo olvidados. Nos llamaron la selección fantasma y hasta nos sacaron una foto con sábanas”.

Lo importante es que se consiguió el objetivo y ese halago sirvió como empujón para conseguir pocos días después una trascendente victoria sobre Paraguay, en Buenos Aires, para consolidar la clasificación al Mundial de Alemania.

El esfuerzo de Miguel Ignomiriello y su grupo tuvo premio. Fornari pasó a la historia y el equipo “fantasma” forma parte de la galería de episodios insólitos de nuestro fútbol.