Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |EL PULSO DE LA SEMANA

La Ciudad golpeada pero de pie

7 de Abril de 2013 | 00:00
La Ciudad golpeada pero de pie

¿Es angustia? ¿Desolación? ¿Tristeza? ¿Impotencia? ¿Resignación? Quizá nada de eso alcance para definir lo que siente en estas horas la Ciudad. Es todo eso y mucho más. Los platenses están frente a la peor tragedia de su historia. Y aún cuesta dimensionar las secuelas de tanta muerte, tanta pérdida, tanta desesperación.

Recorrer en estos días los barrios de La Plata es encontrarse con una extraña mezcla de pena, energía y solidaridad. La tristeza se nota en los rostros de los vecinos. Pero también se nota el empuje de miles y miles de familias que se ayudan para recuperar lo que han perdido. Y la solidaridad de amigos y vecinos que han improvisado cadenas espontáneas para cooperar unos con otros y asistir a los que más sufrieron el golpe devastador de esta inundación sin precedentes.

La Ciudad ha sido golpeada con una virulencia y una brutalidad que nadie imaginaba. Llovió lo que jamás había llovido. La descripción de lo ocurrido ha ocupado las últimas ediciones de EL DIA; todas con un despliegue especial que retrató el horror y la devastación a través de los testimonios recogidos en cada rincón de La Plata. Pero a partir de allí ha mostrado su fibra singular: el espíritu solidario de su comunidad; la calma -a pesar de reacciones minoritarias- para enfrentar el desastre y la fuerza, a pesar de todo, para no dejarse caer. En todos los barrios hay historias conmovedoras. Hay héroes anónimos que arriesgaron sus vidas para salvar las de otros. Hay miles de casos de hombres y mujeres que, entre el martes a la noche y la madrugada del miércoles, pasaron horas de angustia y zozobra indescriptibles.

A muchos todavía les cuesta dimensionar las pérdidas y las secuelas. La feroz inundación ha sido una de esas tragedias que tardan en mostrar su verdadera y completa magnitud. En muchos hogares viven todavía la incertidumbre de no saber qué cosas podrán recuperar y qué cosas no. Viven con las imágenes grabadas de chicos desesperados y arrastrados por una corriente poderosa que atravesaba las calles como si fueran ríos descontrolados. ¿Cómo se supera eso? ¿Cómo se vuelve a empezar? Es lo que todavía miles de platenses se preguntan. O empiezan a preguntarse recién ahora, cuando vuelven a sentirse en tierra firme.

Es la tragedia de todos. Aquí nadie se ha salvado. Porque aquellos que tuvieron la suerte de no ver inundadas sus casas y de no sufrir pérdidas directas, tienen seguramente un familiar, un amigo, un compañero de trabajo que ha sido golpeado por el desastre. El desastre genera, además, un círculo de secuelas y penurias que se extenderá durante mucho tiempo y que afectará la vida de la Ciudad de una manera u otra.

Donde se quiera poner la mirada, se advertirá que la recuperación será tan ardua como lenta. Decenas de miles de familias tienen que empezar por reconstruir sus hogares. Pero también hay miles de comercios y empresas que enfrentarán el desafío de una difícil reconstrucción. Servicios esenciales como el de la educación y la salud tardarán también en normalizarse. Por un lado están los daños materiales en escuelas y hospitales. Por otro, el alto costo en recursos humanos. Hay miles de maestros, médicos, enfermeros que no están en condiciones de ir a trabajar. Han sufrido un tsunami en sus hogares y les llevará tiempo normalizar su rutina cotidiana.

Mañana, cuando la Ciudad intente ponerse de pie, se encontrarán seguramente nuevas dificultades. Una vez más: todavía no hay una completa dimensión de las pérdidas y las consecuencias.

Las heridas todavía están en carne viva. Miles de familias siguen luchando por reacondicionar sus hogares. Los servicios de luz y agua aún no se han normalizado. La pesadilla aún no terminó.

Una cosa es segura: nadie olvidará este martes 2 de abril. Las imágenes de esas catástrofes lejanas que sólo se veían en noticieros internacionales o en pantallas de cine, irrumpieron en nuestra vida cotidiana como una cruda e increíble realidad. La Plata había sufrido otras graves inundaciones. Ninguna como ésta. La intensidad de la lluvia no tiene antecedentes. Para cualquier ciudad hubiera sido imposible resistir semejante diluvio, según los especialistas. Nunca se habían visto autos flotar como si fueran de juguete.

Llevará tiempo reponerse. Y llevará mucho más tiempo olvidar. Queda el dolor irreparable de los 51 muertos. Pero también la esperanza de una ciudad que siempre ha sido pujante y solidaria. Y con esos valores -seguramente- se volverá a poner de pie.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla