El arquerito mostró que tiene pasta

GERONIMO RULLI MOSTRO SEGURIDAD, Y CUMPLIO MAS ALLA DE LA NUEVA DERROTA DEL PINCHA

Cuando a los 15 minutos del primer tiempo sacó al córner con mano cambiada una pelota que conectó Lisandro López, tras un pelotazo que a manera de centro se levantó desde la izquierda, Gerónimo Rulli mostró que tenía bien ganado su debut en Primera.

Sí, porque a raíz de la lesión sufrida por Agustín Silva, el titular del puesto en el presente campeonato, el juvenil de 20 años (20/5/1992) que anoche ocupó el arco de Estudiantes en cancha de Arsenal jugó por primera vez en el fútbol grande.

Rulli es un jugador de origen Pincha, por cuanto creció en el club desde el año 1998 y transitó por todas las categorías hasta su salto al plantel profesional.

La paciencia ha sido una de sus virtudes, por cuanto sin ir más lejos quedó muy relegado cuando el conjunto albirrojo tuvo una superpoblación de arqueros, con Mariano Andújar, Justo Villar, Damián Albil, Agustín Silva y en el quinto lugar de la fila Rulli.

Hubo limpieza, se fueron los tres primeros y entonces se instaló detrás de Silva, quien justamente en un entrenamiento de la semana previa al viaje a Sarandí sufrió un esguince en el tobillo de la pierna derecha.

Ante la situación, Martín Zuccarelli lo probó durante la semana, y aunque el Gori alimentó hasta último momento la posibilidad de jugar, en definitiva la planilla de los que jugaban y los que eran suplentes se confeccionó con Rulli de titular y Germán Vouilloud, el que llegó de Rivadavia de Lincoln, como suplente.

Pelo corto, casi 1.90 metros de altura, buzo con el número 28 en la espalda y pantalones largos. Con estas características asomó anoche Gerónimo Rulli, quien antes de sacarle aquel cabezazo de gol a Lisandro López, apenas había entrado en acción (tres veces) para recoger la pelota en situaciones de riesgo nulo.

El centro desde la izquierda, el cabezazo y el vuelo que como postal mostró el manotazo alto del arquero tranquilizó a todos, empezando por el propio Rulli, quien seguro necesitaba algo así para ganar confianza.

Presionó a Damián Pérez, que remató desviado, se quedó con un remate de Jorge Ortíz, y ya en el complemento, cuando se completaba una noche tranqui, porque Arsenal había llegado poco y nada, se produjo la jugada menos esperada.

Una mala salida del Pincha le permitió a Carlos Carbonero buscar en profundidad a Martín Rolle por izquierda, quien fusiló a un Rulli que hizo lo que correspondía: tapar el primer palo.