A prueba de paros

Como en cada presentación de Estudiantes, sus hinchas ofrecieron un ruidoso y colorido espectáculo, aun cuando el día y la hora no invitaban a una fácil movilización.

Y mucho menos con el paro de transportes, que no solamente complicó a los planteles de fútbol, sino también a aquellas personas que quisieron trasladarse de una ciudad a otra.

De todos modos, un total de 16 colectivos de media distancia se encargaron del traslado de hinchas de distintas agrupaciones y filiales. Un total de 1.800 personas se acercaron hasta la cancha de All Boys, un escenario siempre de difícil acceso para los platenses.

La caravana partió desde la rotonda de 122 y diagonal 74. El horario de salida fue a las 17, atendiendo a las complicaciones que presenta la autopista en ese horario. De todos modos, aun así, el grueso de los hinchas recién pudo instalarse en la popular visitante cuando el partido ya había comenzado.

Las primeras banderas en colgarse fueron las de “La Loma”, “Los Hornos”, “Seba”, “Mondongo” y “Punta Lara”, cuando todavía el estadio lucía despoblado y el olor a choris invitaba a una parada obligada antes de mirar el partido.

Más tarde se fue llenando el alambrado con “La vida y más”, “Plátanos”, “Pipinas”, “Barrio Monasterio”, “Gonnet”, “Zona Sur” y “La Renga”.

Como viene ocurriendo en cada partido, la segunda línea de la banda del Morsa estuvo al frente de las banderas. Su gente, que pudo volver a ocupar un lugar en la tribuna, manejó los climas generados durante la noche en las tribunas de la cancha de All Boys.

Este grupo, liderado por el Patón, fue el último en poder meterse en la tribuna, con una docena de banderas de palos con inscripciones de los años en los cuales el Pincha fue campeón.

Con respecto a las banderas tirantes, no fueron permitidas, lo mismo que otras largas como “El 7-0 no se olvida nunca más”. Fue por decisión de los organismos que estuvieron a cargo de la seguridad en Floresta.

Temprano, cuando los hinchas podían identificarse, se vio a Omar Rulli, papá del arquero, junto al resto de la familia. También al ex secretario del fútbol Federico West Ocampo, que cambió platea por popular. Lo mismo Pascual Caiella, vocal titular.

También se pasearon por la zona visitante el vicepresidente Gerardo Villadeamigo y el hombre de finanzas Sergio Di Bella.

Ya durante el partido, los hinchas que llegaron para respaldar al equipo que está en manos de Mauricio Pellegrino se empezaron a aburrir por el pobre espectáculo ofrecido por los jugadores y se empezaron a insultar durante un buen rato. Sobre todo en el entretiempo, cuando fueron distinguidos los jugadores del Albo campeones en el 92/93, a 20 años de la gesta. “Vos sos de la B…”, gritaron desde la popular visitante. Del otro lado, se volvieron locos. Y la guerra verbal no paró.