Las fallas en los controles, uno de los ejes en el juicio oral

DURANTE EL JUICIO QUEDARON AL DESCUBIERTO GRANDES FALENCIAS EN CUESTIONES DE SEGURIDAD QUE FAVORECIERON EL ACCIONAR DE LOS DELINCUENTES

Un vigilador instalado en un búnker obligado a marcar 12 dígitos para comunicarse con el 911 en caso de una emergencia; un sistema de control con 16 cámaras de las cuales sólo se observaban cuatro. Muchas fueron las situaciones relacionadas con la seguridad bancaria reveladas en el juicio por el caso de Carolina Piparo que convirtieron en ese tópico en uno de los ejes del juicio.

Para el fiscal Marcelo Romero “si bien después de la sanción de la nueva ley de seguridad bancaria hubo cosas que cambiaron, como la colocación de las mamparas, en el juicio nos llamó mucho la atención el testimonio de empleados que declararon que no reciben ningún tipo de entrenamiento en materia de seguridad. Una carencia que es preocupante y que demuestra que hay cosas que es necesario cambiar. Ha quedado demostrado que los bancos se preocupan por el dinero y no por la seguridad de los clientes”.

En la misma sintonía, el abogado de la víctima, Fernando Burlando consideró que del juicio surge “una gran irreverencia a la profesionalidad y una gran falta de respeto a las normas mínimas de colaboración para con el cliente. Y se trata de falencias y muestras de desinterés por la seguridad que se dan en el marco de la ausencia de normativa que imponga reglas a cumplir por el personal de los bancos que tengan que ver con la seguridad”.

Burlando destacó por caso que “este tipo de falencias no motivan actuaciones administrativas ni existe un código de ética o de procedimiento con el que manejarse frente a las cuestiones de seguridad en los bancos”.

Para el abogado de Carolina Piparo “esta falta de previsión, de preparación y de interés por las cuestiones de seguridad se produce cuando enfrente hay una delincuencia que se vale de las últimas tecnologías y va cambiando de estrategia en función de las medidas de seguridad que se toman. esa delincuencia va siempre por delante del ciudadano común y hoy encontraría en el sistema de seguridad bancario muchas fisuras que favorecerían su acción”.

Para Burlando “esto se resuelve con más legislación. No alcanza con hacer cumplir la ley sancionada después del caso Piparo. se necesita que se legisle para que en los bancos haya manuales de procedimiento que comprometan a todo el personal con las cuestiones de seguridad, que sepan qué hacer frente a una emergencia y se preocupen por la seguridad del cliente”.

Cree, a su vez que debería establecerse por ley la existencia de cursos intensivos para que el personal de los bancos aprenda sobre seguridad. Y que debería crearse un organismo que cumpla funciones de policía para constatar que cada entidad bancaria cumpla con las normas de seguridad y control establecidas por la ley, así como también disponga multas y sanciones para las entidades bancarias que no lo hacen”.