Los hinchas pasaron de la alegría a la desazón

La noche arrancó complicada. Racing sorprendía, y si bien el Lobo siempre intentó, estaba claro que no era la noche del equipo de Troglio. Pero la gente fue y llenó el estadio de 60 y 118. a pesar de estar en un partido que se presentaba “chivo”, nunca dejó de alentar.

Es más, si alguien llegaba en el final del partido, podía creer que Gimnasia ganaba... Pero no. El Lobo perdía y el hincha igual terminó saltando y cantando, como demostrando que ahí estaban. Que no pasaba nada. Que solo era un mal partido, donde no salió nada y las ausencias se sintieron.

Pero si bien la gente no se fue feliz por la derrota, el Bosque presentó un gran clima. Miles de banderas, la más grande de todas, la gigante cubriendo toda la cabecera que da al Bosque. El “Gimnasiá, Gimnasiá, Gimnasiá...” retumbando ensordecedor.

La ovación del final fue como premio a la entrega a este grupo que nunca baja los brazos y que le puede tocar perder también. “La 22” cantando y toda la cancha sumándose, chicos y grandes que fueron a dar su apoyo, aplaudiendo el esfuerzo.

Dentro de un sábado con clima político en la previa con muchísima gente llegando al atardecer, la noche en el Bosque no pudo ser completa adentro del campo de juego, pero afuera, el “Dale Lobo, Dale Lobo...”, suavizó cualquier dolor.

CLIMA POLITICO

Por otro lado, empezó noviembre y con él, la cuenta regresiva en el mes de las elecciones presidenciales en el Lobo. Por ahora son dos las listas que compiten, y ayer en el Bosque se vivió un clima preelectoral.

En las afueras del estadio, pasacalles, panfletos, camionetas con carteles. Ya en los jardines, fuerte presencia dirigencial, con oficialistas y opositores.

Así es que a metros del ingreso de socios, se lo pudo ver tanto al presidente Daniel Onofri, cabeza del oficialismo, como a varios de los miembros de la Comisión Directiva actual, charlando con los socios. Los mismo el candidato opositor Carlos Castagneto.