Una fiesta que se apagó

SEMBLANZA
Por WALTER EPISCOPO

El hincha no sabe de días complicados ni de horarios incomodos. Haga calor o refresque como anoche y hasta con alguna que otra lluvia tenue. La pasión no sabe de esas cosas, ni si el equipo viene de ganar o no.

Anoche el Viejo Bosque se lleno una vez mas. Y algunos se estaban acomodando, sentándose o subiendo en la tribuna, cuando Correa grito de cara a “La 22” y luego ensayo un colorido bailecito.

“Lo que hice por vos, no lo hice por nadie, dale Lobo, dale Lobo...” cantaba el Estadio.

Aun resonaban las ovaciones a Tete González y Juanca Olave, se comentaba otra vez lo de la enorme manga con el Lobo por donde salen los jugadores y la amplia bandera desplegada que cubrió toda la cabecera del Bosque cuando el colombiano la mando a guardar.

Luego el 2-0 con el implacable Bochi desde los doce pasos y el delirio.

El descuento de la visita fue un baldazo de agua fría, una luz de alerta que se prendía terminando la etapa inicial.

UNA MALA TRAS OTRA

Y el complemento fue una sucesión de cosas en contra. La lesión de Correa; el empate del Celeste y las situaciones que se perdían.

El aliento de la gente empujo al equipo, pero apareció la figura de Olave transformándose en “verdugo” del sueño de llegar al tercero para el equipo de Troglio. Todo mal en el cierre.