En Hollywood siempre ganan los perdedores

ESCENA DEL “12 AÑOS DE ESCLAVITUD”, EL MEJOR FILME DEL 2013 SEGÚN LA ACADEMIA DE HOLLYWOOD

Por ALEJANDRO CASTAÑEDA

“Gravedad” fue la más premiada: se quedó con siete estatuillas, incluida la destinada al mejor director; pero el premio mayor –al mejor filme- fue para “12 años de esclavitud”. Fue la 23ª vez que las categorías de Mejor Filme y de Dirección no coinciden, para muchos, una verdadera incongruencia. Las siete estatuillas de “Gravedad” consagran a Alfonso Cuarón, un realizador de alto vuelo y al que le gustan los grandes desafíos. Para nosotros, era la mejor, un paso adelante de “Nebraska” y “Dallas Buyers Club”, otras dos buenas propuestas.

A Hollywood le gustan las películas basadas en hechos reales. Aunque suelen ser las más manipuladas, siempre le resulta consistente arrancar de una base verídica. Si además de partir de hechos reales, la base argumental se apoya en temas como la esclavitud –una herida que no termina de cicatrizar- y el SIDA, las chances aumentan

Por ese lado se entiende que el lauro mayor haya ido a las manos de “12 años de esclavitud”, un filme armado para ganar premios y conmover a un jurado políticamente correcto. Como cuenta una historia donde los negros no dejan de sufrir y los blancos (casi todos) son crueles y perversos, viejas culpas sin duda habrán operado en el inconsciente de ese jurado heterogéneo y conservador. No es una gran película y solo obtuvo otra estatuilla, también injusta, la que se llevó Lupita Nyong’o, la nena de 12 años que es azotada, ultrajada y asesinada por un blanco malvado.

Los que sufren mucho siempre califican bien en Hollywood. Su calvario fue la mejor fórmula para ascender por la alfombra roja. Y por supuesto, ganó.

La otra ganadora inspirada en sucesos reales fue “Dallas…”. Esta vez el tema era el SIDA. Entre los dos títulos se alzaron con tres de los cuatro premios destinado a los actores: los dos de reparto (Lupita y Jared Leto) y el destinado al mejor actor, un formidable trabajo de Matthew McConaughey, inolvidable a la hora de recrear la biografía de este drogón, machista, estafador, violento y homófobo, Ron .

Se trata, vale aclararlo, de propuestas muy distintas: “Dallas…” es en alguna medida la otra cara de “12 años de…” , un filme que había transformado el horror de la esclavitud en un espectáculo doloroso y vistoso. “Dallas…” es un filme sucio, difuso y ambiguo que pide más sentimiento que identificación. El premio a sus dos actores en alguna medida subraya el verismo y el compromiso emotivo de sus relato.

Al menos el Oscar parece haber sido más justo la hora de premiar a la producción extranjera: “La grande belleza” es una obra mayor, muy por encima de “La cacería”, los dos títulos que llegaron a los cines locales.

LAS GRANDES PERDEDORAS

Como en toda competencia, vale tanto repasar el nombre de los ganadores como detenerse en la lista de los que se quedaron sin nada. Los dos grandes perdedores fueron filmes que hicieron mucho barullo: “Escándalo americano” y “El lobo del Wall Street”, dos acercamientos ruidosos y desbordados sobre la crisis financiera y el sucio entramado que une al mundo de la gran estafa con el poder. Entre los dos acumulaban quince nominaciones (diez “Escándalo…” y cinco “El lobo…”) pero no obtuvieron ni una estatuilla. No fueron los únicos fracasos: “Capitán Phillips”, con seis nominaciones; “Nebraska”, con seis; “Philomena”, con cuatro 4 y “Agosto”, con dos nominaciones, también se quedaron con las manos vacías.