Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Aquella madrugada que La Plata jamás podrá olvidar

El recuerdo de las interminables horas de penumbra en las que el agua arrasó con todo a su paso

2 de Abril de 2014 | 00:00

Miles de platenses asediados por el avance de impensables torrentes de agua y lodo, atrapados en sus hogares; algunos -demasiados-, para siempre. Otros tantos, encerrados afuera, caminando como ratones de laboratorio la misma cuadra una y otra vez, hasta el lugar en que el agua llegaba a la cintura y obligaba a volver atrás, sin poder alcanzar las casas en las que se apagaban vidas, se borraban fotos, estallaban los vidrios y naufragaba el mobiliario.

La noche del martes 2 de abril de 2013, y la madrugada que la siguió, fueron muchas cosas: una pesadilla en vela, un desafío abrumador, una prueba de coraje. Una alucinación; doce meses después, sigue pareciendo irreal para muchos protagonistas el recuerdo de las horas interminables de penumbra trepados a mesadas, techos o la copa de los árboles, empapados, helados, acalambrados, entre olores y sonidos inéditos.

Después del primer diluvio, al atardecer, los anegamientos lamían los zócalos. Los teléfonos celulares comenzaron a ser una molestia en los bolsillos, sin señal y sin batería. Y enseguida cayó la noche más oscura que se recuerde. Desesperaban los gritos y desesperaba el silencio, mientras desde las orillas vecinos y familiares comenzaban a organizar grupos de socorristas, apuntando los faros de los coches hacia las cuadras devastadas, exhaustos pero galvanizados por las fuerzas simbióticas de la fe y la desesperación.

Pasada la medianoche, casi todo lo irremediable había ocurrido, y sólo restaba esperar el retroceso de ese fluido inquietante que engullía todo. Parejas reencontradas intentaban consolarse con abrazos, y hombres de mediana edad remitían a la figura cinematográfica del “zombie”, intentando recorridos y atajos imposibles para llegar a destino, la mirada perdida, esquivando autos arrumbados como juguetes viejos.

Cuando la inundación empezó a ceder y permitió entrever el regreso a las viviendas, en la calle ya se palpitaban la amargura, la bronca ante una indefensión que perduraba, la ansiedad, la taquicardia por entrar cuanto antes y ver si algo o alguien había zafado y el luto por cada corazón humano que dejó de latir, pero también por los de fieles y entrañables animales domésticos.

El amanecer fue un tendal de nietos sin abuelos, melómanos sin discos, lectores sin libros, álbumes sin postales, conductores sin coches, desposeídos con menos que poco.

Todos, con una herencia de miedo que se reedita cada vez que los nubarrones llegan desde el sur y el este al cielo de una ciudad que desde las mesas de café se pensaba alejada de las grandes catástrofes naturales.

Tarde o temprano, con el paso de las generaciones, todo queda confinado a un rincón umbrío de la memoria. La mayor tragedia de La Plata en términos de vidas y bienes, probablemente, no.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla