Pérdidas de todo tipo y secuelas que todavía son difíciles de asimilar

CLAUDIO, BEATRIZ, GUIDO Y CARLA. LOS ZECCHEL, CON MUCHO ESFUERZO, PUDIERON SALIR ADELANTE

Además de las pérdidas de vidas humanas, la inundación provocó daños y secuelas de todo tipo. Hubo miles de vecinos que perdieron todo, desde sus muebles hasta sus fotos que guardaba la memoria familiar. También hubo miles de comercios que sufrieron pérdidas tan significativos, que en muchos casos les demandó más de un mes para volver a abrir sus puertas.

La tormenta castigó hogares, dañó automóviles, inutilizó escuelas y hospitales e incluso ocasionó pérdidas millonarias en el Zoológico, que debió permanecer cerrado hasta se efectuaron las obras de acondicionamiento.

Más de 3.400 millones de pesos en bienes se perdieron por la inundación del 2 de abril del año pasado, de acuerdo con un informe elaborado por la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP (ver aparte).

El agua se llevó electrodomésticos, muebles antiguos y modernos, sanitarios, pisos y techos enteros, y recuerdos de todo tipo de las mismas entrañas familiares, ese jarrón histórico que fue de generación en generación, el reloj del abuelo, fotos en blanco y negro, todo... con el agua se fue todo.

El relevamiento de la facultad de Económicas señala con respecto a los rodados, que de los 150.000 autos que circulan en la Ciudad, unos 30.000 vehículos sufrieron algún tipo de daño a causa de la inundación, y requirieron arreglos promedio de $8.000 por unidad, totalizando $ 240 millones. Claro que algunos coches quedaron totalmente destruidos y fueron reconocidos por las aseguradoras.

SECUELAS QUE AUN PERDURAN

Las secuelas son difíciles de asimilar para aquellos que sufrieron en carne propia los efectos devastadores del agua. Muchas casas fueron arrasadas al igual que comercios que perdieron todo su capital de trabajo.

Claudio Zecchel que se dedica a realizar comisiones a Buenos Aires y vive junto a su esposa y sus cinco hijos en 530 entre 18 y 19, de Tolosa, no se deja de lamentar por las pérdidas que sufrió durante la inundación. En su casa tuvo casi un metro y medio de agua: “Perdí muchas cosas y todavía nos estamos reponiendo. Tenía una colección enorme de más de 500 cassettes, una reliquia, que terminé tirando porque las cintas quedaron empapadas e irrecuperables”, dijo.

Zecchel al igual que los vecinos de esa cuadra se quedó ese 2 de abril solamente con algunos electrodomésticos que pudo salvar, como la heladera y el televisor. El resto, los muebles, las fotos y otros recuerdos familiares se fueron con el agua.

En la casa todavía las paredes muestran las marcas y manchas de humedad que dejó el agua. “Todo cuesta mucho y si no hubiese sido por la ayuda de familiares y amigos la verdad es que hubiera sido imposible salir de esto”.