Mauricio Pellegrino: “Nunca se sabe el límite de un equipo”

ENTREVISTA
Por MARTIN CABRERA

El lunes 15 de abril de 2013 el Mundo Estudiantes cruzó los dedos para que el ciclo que ese día comenzaba Mauricio Pellegrino fuera medianamente exitoso. El equipo había empatado 0-0 el día anterior con Godoy Cruz y no salía del fondo de la tabla. La caída era violenta y empezaba a existir temor. Al mediodía, el ex Valencia era presentado como nuevo técnico y por la tarde realizaba su primer entrenamiento. Un año pasó de aquel momento y la fotografía, doce meses después, es otra: el equipo está puntero a falta de seis fechas, tiene cinco o seis juveniles consolidados y fechas tras fecha parece saber a lo que juega.

Desde su casa, horas después de haber dirigido la práctica matutina, el DT habló con este medio y repasó su año de trabajo, los logros, objetivos y crecimiento colectivo. Obvio, también se refirió al presente, que lo tiene en un lugar de privilegio.

-¿Qué balance hacés de tu primer año en Estudiantes?

-El mejor. Y lo más importante de todo es que hay un buen clima de trabajo y eso me hace ir a trabajar con muchas ganas, con voluntad de preparar las cosas y tratar de mejorar al equipo y a mí mismo. La verdad me han tratado como si fuese toda la vida del club, y eso no lo puedo dejar pasar por alto. No sólo los jugadores, dirigentes e hinchas: todo el personal me ha recibido con los brazos abiertos. Tener un clima afable es lo que más resalto de este año.

-Después de tantos años en Europa, ¿te costó adaptarte al fútbol argentino? ¿Es diferente a lo que te habías imaginado?

-No, la verdad es que no me costó adaptarme. Siempre seguí de muy cerca al fútbol argentino, ya sea desde Europa o el año que estuve viviendo acá, en 2011. Iba todos los fines de semana a ver partidos. Además me puse muy al tanto cuando surgió esta posibilidad de Estudiantes. Tal vez tuve que hacer foco en las cosas que habían cambiado de cuando yo era jugador.

-¿Muy diferente es ahora?

-Sí. Ahora hay menos espacios. Por suerte encontré en Estudiantes un grupo bárbaro. Estoy contento de estar acá y de hacer lo que más me gusta.

-Desde aquel debut contra Quilmes en el Final 2013 a la victoria del sábado ¿cuánto evolucionó colectivamente tu Estudiantes?

-Cuando revisa un año lo primero que ve es todo lo que cambió el equipo a nivel individual. Eso hace cambiar el funcionamiento colectivo. Creo que hemos dirigido tres equipos diferentes. En cuanto al funcionamiento hemos trabajado los mismos conceptos, con tres o cuatro ideas en defensa y ataque. No fue muy complejo y hemos insistido. Creo que buscamos que el equipo tenga una matriz tanto en ataque como en defensa. Casi todas las semanas insistimos en lo mismo y creo que el equipo evolucionó. Tal vez lo que más tiempo nos llevó fue la parte ofensiva, pero veo ahora que los chicos se están soltando. El gran desafío que tengo es armar un equipo para ganar en todos lados y eso no se construye de un día para otro.

-¿Cuál es el secreto de haber potenciado a tantos juveniles? ¿Qué mérito te atribuís?

-Ninguno. Es muy simple: si vos querés que un niño camine lo tenés que hacer caminar. No hay que leerle un libro para que lo haga. Tenés que llevarlo al parque todos los días, soltarlo y alentarlo cuando se cae y se ensucia. Lo mismo pasa con los jugadores. Ellos mejoran jugando e inclusive también los mayores mejoran. Y lo hacen jugando. También es importante el nivel colectivo para este crecimiento. Una cosa va de la mano de la otra y conocer virtudes y defectos de los compañeros es fundamental.

-De los 45 partidos que dirigiste, ¿cuál o cuáles recordás como positivos?

-Espero que los mejores momentos estén por venir. Ese es un pensamiento de todos los días. Pero sin dudas que el clásico fue un partido importante, por el nivel emocional que lo acompañó. Fue inolvidable. En este torneo el equipo está siendo bastante parejo, ha tenido buenos partidos como contra Newell’s y con River el año pasado. Hemos tenido chispazos de buen fútbol.

-¿Y el peor partido, ese que te gustaría olvidar?

-El peor partido de los que dirigí yo fue el de Argentinos Juniors, el que jugamos en La Paternal. Fue nefasto en lo futbolístico y en la actitud. Tampoco me gustó el de Tigre.

-Los objetivos eran consolidar a los juveniles, crecer como equipo y clasificar a la Sudamericana. Los tres están casi cumplidos. ¿Van por más?

-Yo nunca me paré para trazar objetivos. Mi idea era mejorar el rendimiento. A veces los puntos y las comparaciones te hacen desviar del camino y no ayudan para que Rulli ataje bien, Jonathan Silva siga creciendo y Carrillo haga los goles. La mirada mía está puesta en cómo mejorar cada entrenamiento y en el partido que sigue. Eso hace que ganemos en resultados. Yo voy al máximo y no sé hasta dónde da el máximo. Nunca se sabe cuál es el límite de un equipo.

-¿Después de River y Central se sabrá para qué está Estudiantes?

-Si vemos el ejemplo de Godoy Cruz, que hace dos semanas estaba puntero y hoy, luego de dos partidos, está octavo, esto está claro que nos puede pasar a nosotros. La idea es ganar siempre el siguiente partido.

-El hincha está ilusionado....

-Está bien que lo haga, nosotros trabajamos para sostener esa ilusión.

-¿Qué te precoupa de River?

-Están motivados, pero no les sobra nada, como a nosotros.

-¿Cuáles son los mejores equipos del torneo?

-Los que juegan la Copa. Creo que Vélez, Lanús y San Lorenzo son los mejores y los que tienen un plantel más largo. Pero como juegan la copa nos dan más chances a nosotros, a River... y a Gimnasia.

-¿Te imaginás una definición con Gimnasia?

-Todo es posible. Están a sólo tres puntos, ¡tres puntos! Recién cuando la diferencia es de cinco o seis puntos podés empezar a descartar rivales.

-¿Hasta cuándo pensás que vas a seguir en Estudiantes?

-Tengo un contrato hasta diciembre. Vamos a ver en junio cuando termine el torneo cómo podemos mejorar el proyecto deportivo y cuáles son las intensiones del club, porque en definitiva son ellos los que mandan. Además, en el medio hay elecciones. El problema de Estudiantes nunca va a ser por Pellegrino, yo quiero lo mejor y no soy quien decide.

-Siempre manifestaste estar a gusto en el club. ¿Qué fue lo más te sorprendió, para bien, de Estudiantes?

-Una cosa que resalto y que me llamó la atención es que cuando llega alguien al plantel y no trabaja, enseguida lo apartan desde lo anímico. El grupo se lo hace sentir. Ese es un plus que tiene este plantel y que, en parte, representa la historia de este club. Lo más grandes han sembrado y obligan a los chicos a estar a la altura.