Estudiantes sigue puntero

FRANCO JARA EN EL AREA MILLONARIA. EL CORRENTINO MANIOBRA RODEADO POR MERCADO, MAIDANA Y KRANEVITTER. MARTINEZ LO MIRA

comentario Por Aníbal Guidi

En toda la tarde anduvieron amagando con construir un buen partido, y sólo quedó en eso, en amenazas. Hubiera resultado un cotejo chato y pobre futbolísticamente de no haber mediado los errores del árbitro y algunas falencias defensivas, bien subsanadas por los arqueros (Chichizola y Rulli) que sí supieron estar a la altura de un partido que, a priori, llegaba con todos los condimentos para que resultara inolvidable. En el balance final de los 90’, quedó graficado que Estudiantes dispuso de las situaciones más claras para desnivelar pero el arquero de River las sacó todas. Hasta tapó un penal (que no fue, ¿qué cobró Delfino?) a Guido Carrillo, y también en el complemento el palo izquierdo jugó a su favor ya que en su base fue a estrellarse un tiro cruzado del magdalenense, y en la última del partido, ya en descuento, le tapó una pelota dificilísima al uruguayo Olivera que, cada vez que entra mete miedo en el área de enfrente. River también contó con algunas chances claras, siempre vía Cavenaghi, pero se las frustraron los reflejos y la seguridad del elástico Gerónimo Rulli.

En esta pulseada por ver quien se adueñaba de la punta, no pudieron torcerser el brazo y quien sacó ventaja de todo esto fue Colón que, al vencer a Newell’s (1-0) emparejó la línea de Estudiantes. Ambos tienen 25. Uno abajo marcha el millonario.

A los dos le faltó juego, inventiva, seguridad en los pases, una mayor verticalidad y resolución en las áreas. Por eso construyeron un partido de vuelo muy bajo en el primer tiempo, y un poco más interesante en el complemento, ya que menudearon las llegadas, imperfectamente resueltas o frustradas por los dos arqueros, que fueron las figuras del choque en el Estadio Unico.

Del primer tiempo quedaron dos imágenes claras. El gol que se perdió Cavenaghi a los 14’ cuando entrando amagando por la izquierda Rulli le regaló el palo derecho pero el capitán millonario, vaya uno a saber que pensó o vio, lo cierto es que mandó un centro al medio que frustró el propio golero pincharrata. Y a los 35’ el árbitro Delfino sancionó un penal que solamente él vio o interpretó. Fue en una entrada al área de Alvarez Balanta y Franco Jara, los dos apareados, en donde si hubo mano del defensor fue totalmente casual y de haber cobrado una infracción, pues ésta nunca existió.

El tiro desde los doce pasos fue de Carrillo, que resolvió sin convicción alguna, tirando de derecha, bajo, a la izquierda, y hacia allí fue Chichizola para frustrarle el primer penal en primera división de los cinco que ejecutó hasta ahora. Estudiantes, que rápidamente se quedó sin Román Martínez ya que se volvió a sentir del tobillo izquierdo (en el arranque del complemento lo relevó Jorge Luna), estuvo errático e impreciso, poco certero y casi nunca pudo soltar con efectividad a los laterales volantes, y pasó a depender exclusivamente de Franco Jara, que todo lo inició y lo resolvió él, como aquella jugada del segundo tiempo cuando desbordó por derecha y se la dejó servida a los 28’ a Carrillo que la cruzó al arquero y el balón dio en el palo izquierdo. Y en el cierre, el que se jugó a los 20 Rulli le tapó una volea desde el punto del penal y a los 24, el delantero no tuvo puntería con otro remate frente al arco. En el descuento el local casi se quedó con el festejo vía Olivera que resolvió con libertad en el área pero Chichizola tapó su disparo con los pies.